El regreso a clases siempre representa un momento de ilusión y esperanza para miles de niñas, niños y adolescentes. Es la oportunidad de abrir nuevos cuadernos, estrenar mochila, reencontrarse con amistades y, sobre todo, de continuar construyendo un futuro a través de la educación. Este año, en Zacatecas, ese inicio se acompaña de un respaldo muy significativo: el programa Entrega de mochilas y útiles para el bienestar, que busca que ninguna niña o niño se quede atrás por falta de materiales escolares.
La entrega de estos apoyos no es un gesto menor. Para muchas familias, representa un respiro económico frente a los gastos que cada ciclo escolar implica. Pero además, tiene un profundo sentido social: garantizar que cada estudiante cuente con lo indispensable para aprender, sin distinciones ni exclusiones. Una mochila y un paquete de útiles pueden parecer cosas sencillas, pero en realidad son herramientas que marcan la diferencia entre poder seguir estudiando con entusiasmo o enfrentar obstáculos innecesarios.
Para respaldar este esfuerzo, el Gobierno del Estado destinó una inversión conjunta de más de 184 millones de pesos, a través de las secretarías de Desarrollo Social y Educación (Sedesol y SEZ). Tan sólo en los municipios de Jerez, Calera, Enrique Estrada y Fresnillo, se aplicaron 14 millones 990 mil 471 pesos, lo que permitió beneficiar de manera directa a 58 mil 623 alumnas y alumnos de educación básica. Estas cifras reflejan la magnitud del compromiso con la niñez zacatecana y con su derecho a estudiar en igualdad de condiciones.
Estos resultados son posibles gracias a la seguridad y certeza de cuatro años de trabajo continuo del Gobernador David Monreal, cuya visión ha dado rumbo y claridad a programas que hoy muestran su impacto en las aulas. Nos encontramos en la antesala del Cuarto Informe de Gobierno, y es evidente que la política social en materia educativa ya ofrece frutos concretos que fortalecen la confianza de las familias en que la educación de sus hijas e hijos está respaldada.
En Zacatecas, este esfuerzo también se enmarca en una visión más amplia: la dignificación de la educación pública. No se trata solo de que las y los estudiantes tengan materiales, sino de asegurar que lo hagan en condiciones que fortalezcan su derecho a aprender en igualdad de oportunidades. La educación es un pilar de transformación y de justicia social; por eso, estas acciones deben ser vistas como inversiones en el presente y en el porvenir de nuestro estado.
El regreso a clases es también un recordatorio de que la educación es la llave para abrir caminos hacia una sociedad más equitativa y solidaria. El compromiso con la niñez y la juventud zacatecana no puede limitarse a un ciclo escolar: debe mantenerse vivo con políticas públicas que garanticen que nadie quede fuera, y que cada estudiante tenga la certeza de que su esfuerzo y sus sueños cuentan con el respaldo de su comunidad y de su gobierno.
En cada mochila entregada hay más que cuadernos y lápices: hay una apuesta por la igualdad, por el bienestar y por el futuro de Zacatecas.
M.F. María del Carmen Salinas Flores
Secretaría de Administración