Imaginen que son la estrella de futbol del momento, que han ganado cuatro copas mundiales, han anotado más goles que ninguno, pero ganan menos de la mitad que otros jugadores promedio, les parecería injusto, si embargo, esto es lo que vivían las jugadoras del equipo femenil de futbol de los Estados Unidos.

 


La brecha salarial que vivían se encontraba basada en razones de género, estableciendo que no importaban sus resultados, puesto que su campeonato era menos rentable, entonces los sueldos menores estaban plenamente justificados.

 


Pero, ¿qué es la brecha salarial?, esta es la diferencia de remuneración que reciben hombres y mujeres por realizar un mismo trabajo, esto continua sucediendo en México y en el mundo a pesar de contar con el principio general en derecho laboral que establece “a trabajo igual, salario igual”

 

Seguramente, ustedes ya conocerán el caso de la selección femenil de futbol de Estados Unidos, que hace unos días en un hecho histórico logró igualar su salario con el de la selección masculina.   Este es un claro ejemplo, en el que se demuestra que las mujeres ganamos menos por realizar el mismo trabajo, por el solo hecho de ser mujeres.

 


En México, la situación no es diferente, las futbolistas mexicanas son de las más castigadas en cuanto remuneraciones, con un salario promedio anual de $40,000 pesos, es decir, que deben enfrentar los gastos que conlleva ser una atleta de alto rendimiento con 3,300 pesos al mes, lo que hace poco viable para muchas de ellas dedicarse de tiempo completo al deporte, pues es necesario combinarlo con otras actividades para contar con los ingresos suficientes y atender sus necesidades básicas, lo que definitivamente se ve reflejado en su rendimiento deportivo, pues cuentan con menos tiempo para entrenar.

 


En cambio, un jugador de la liga mexicana, puede ganar anualmente hasta cuatro millones de pesos, parece una broma, sin embargo, es la realidad de las futbolistas mexicanas, quienes cuentan con un sueldo menor por realizar el mismo trabajo, con el argumento de que su futbol es de menor calidad y menos rentable, en este sentido, también se observa una desigualdad de oportunidades para brindar los mismos resultados.

 


Mientras un futbolista hombre cuenta con la posibilidad de dedicarse de tiempo completo a su entrenamiento, las mujeres no lo pueden realizar, puesto que el sueldo que les otorgan no se los permite, esta es una de las claves por la cuales las mujeres deportistas no cuentan con las mismas oportunidades que los hombres.

 


Sin duda, es importante sumarnos a la celebración de las futbolistas estadounidenses, sin embargo, en nuestro país existe una gran labor por hacer, es indispensable que cuenten con mejores oportunidades e igualdad de condiciones que los hombres.

 


Las mujeres no podemos ganar menos dinero por realizar el mismo trabajo que los hombres, tal vez al revisar algún tabulador salarial de cualquier empresa no es notorio, sin embargo, es indispensable analizarlos con ojos críticos para entender dónde están las diferencias entre hombres y mujeres.

 


En nuestro país la brecha salarial, es de 13 %, esto significa que por cada 100 pesos de salario que recibe un hombre, las mujeres recibimos 87 pesos por el mismo trabajo.  Es indispensable comenzar a identificar casos como el de las futbolistas mexicanas, en el que es evidente la brecha salarial, para que juntas promovamos la igualdad salarial.

 


No debemos dar ni un paso atrás en igualdad salarial, nuestro trabajo es igual de valioso que el de los hombres.  Las y los invito a pronunciarse en contra de la desigualdad salarial.


 
 

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