Desde el pasado 31 de octubre hasta el 12 de noviembre, se realiza en Glasgow, Escocia, la 26ª Cumbre Anual de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021, mejor conocida como la COP 26, la cual es la reunión internacional más importante en donde se discute la gobernanza internacional en cambio climático, así como las acciones globales en favor de la conservación del medio ambiente.
Las cumbres anuales realizadas han tenido como objetivo negociar "ampliaciones" del tratado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para establecer límites jurídicamente vinculantes a las emisiones de gases de efecto invernadero para los distintos países y para definir un mecanismo de aplicación para evaluar el cumplimiento de sus 197 países signatarios.
En la COP26, se han establecido nuevos acuerdos entre los líderes mundiales como el Compromiso Global de Metano, gas responsable según las estimaciones científicas del 25% de la subida global de temperaturas, cuyo potencial de calentamiento global es 28 veces mayor al del dióxido de carbono y sus emisiones se vinculan estrechamente a la actividad ganadera responsable (40%), al sector energético fósil (35%) y al sector residuos (20%).
También, se estableció el Compromiso de la declaratoria de bosques y uso de la tierra, con el objetivo de trabajar de manera colectiva a fin de detener y revertir la pérdida de los bosques y la degradación de la tierra para el año 2030, a la vez de promover un desarrollo sostenible y promover una transformación rural inclusiva, para lo cual, se anunciaron las contribuciones por 19.2 mil millones de dólares en fondos privados y públicos para financiar sus acciones.
México se ha adherido a estos dos nuevos compromisos mundiales y quiero destacar la importancia en uno de ellos, dado que la Comisión Nacional Forestal reconoce que nuestro país, es uno de los 10 países con mayor superficie de bosques primarios y se estima que en el periodo 2001-2018 se perdieron en promedio 212,070 hectáreas al año. Entre las causas de la deforestación en nuestro país encontramos el incremento de la frontera agrícola y ganadera; la tala ilegal y los incendios forestales; la expansión de áreas urbanas e industriales; así como las plagas y enfermedades de los árboles, a ello habría que sumar las regiones controladas por el crimen que protege o incluso comercia con la tala ilegal..
Zacatecas tiene tres cuartas partes de su territorio de zonas áridas y semiáridas, en las cuales, el 14% ofrece condiciones favorables para la agricultura, el 79% para la ganadería y sólo el 7% está cubierto de bosques, de los cuales existen áreas forestales en 58 municipios pero los que cuentan con mayor variedad de formaciones se localizan en Sombrerete, Tepetongo y Valparaíso, que cuentan con bosques de coníferas y latifoliadas que debemos cuidar como otro frente a la creciente desertificación y que requiere una determinada y contundente política pública estatal para conservar e incluso ampliar esta superficie que es el pulmón del Estado.
Nuestro estado, presenta nuevos retos y oportunidades para contribuir con estos dos compromisos internacionales asumidos por nuestro país en la COP26, dada su actividad económica y su escasa superficie de bosques. Es tiempo de redoblar esfuerzos unidos, sociedad y gobierno para hacer acciones estatales y locales en favor del medio ambiente y detener el cambio climático, tanto a nivel local como nacional. Cada gobierno desde lo municipal, estatal y nacional debe trazar compromisos claros. Los ciudadanos debemos exigirlos.
 
																