México no puede cambiar a economía de 1er mundo sin obras de 1er mundo.

En los últimos 50 años prácticamente NO se han construido obras de infraestructura importante para el desarrollo de México.

Durante los sexenios de Fox y Calderón se recibieron ingresos por excedentes petroleros de más de 550 mil millones de dólares que pudieron haber cambiado el destino de México, nadie sabe en dónde quedó esa inmensa fortuna.

Cabe destacar los aportes de megas obras de infraestructura de cada sexenio:

·        Salinas – Central Nuclear Laguna Verde

·        Zedillo – Autopista Siglo XXI del puerto Lázaro Cárdenas a Morelia

·        Fox – Ampliación a la Terminal 2 del AICM

·        Calderón – Carretera Durango a Mazatlán

·        Peña – Fallido Aeropuerto de Texcoco

 

En el actual sexenio se tienen presupuestadas para terminar 25 megaproyectos de infraestructura para detonar el crecimiento económico de México, de las cuales vale la pena destacar las siguientes:

·        Construcción Aeropuerto Internacional ‘General Felipe Ángeles’
·        Construcción Refinería Dos Bocas
·        Construcción Tren Maya y corredor turístico peninsular
·        Modernización de 60 centrales hidroeléctricas

·        Establecimiento de un sistema de salud sólido y gratuito

·        Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec

·        Creación de los puertos marítimos más grandes de Latinoamérica

·        Internet para todos, cobertura nacional (actual 25%)

·        Banco del Bienestar, sucursales en poblados remotos

·        Construcción del Tren Interurbano México-Toluca

·        Proyecto Bosque de Chapultepec, Naturaleza y Cultura

·        Proyecto ecológico Lago de Texcoco

 

Cabe destacar que, en medio de la gran crisis económica, sin endeudamiento para el país, las obras avanzan, sin despilfarros, ni “moches”, en tiempos de bonanza jamás se realizaron tantas obras, solo imaginemos si no hubiera crisis económica mundial.

A la par de todo esto, los apoyos a programas sociales para la población marginada representan una erogación importante de recursos, jamás se habían entregado apoyos sociales tan importantes y sin intermediarios que seguramente aportarán para la reconstrucción del tejido social tan dañado en los pasados 36 años.

De haberse aprovechado la bonanza desde los tiempos de López Portillo, sin lugar a duda México sería hoy día una potencia mundial sin el 80% de su población en pobreza y sin el 50% en pobreza extrema.

Si analizamos el trasfondo detrás de cada proyecto, no veremos como en otros sexenios, la forma de enriquecimiento de funcionarios, sino realmente una estrategia sólida para detonar crecimiento económico.

El presidente López Obrador se ha comprometido a realizar solo proyectos de infraestructura que pueda terminar durante su periodo de 6 años.

Ahora nuestro dinero se dedica a mejorar México, no los bolsillos de unos cuantos.


 
 

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