2021 “Año de Ramón López Velarde, Poeta de México”

 

Y sí, el año 2021 ha sido declarado “Año de Ramón López Velarde, Poeta de México”, para ello, la Sexagésima Tercera Legislatura del Estado Libre y Soberano de Zacatecas, en nombre del pueblo, mediante el No. 434, publicado en el Periódico Oficial, órgano de difusión del Gobierno de Zacatecas, el día sábado 2 de enero del año 2021, formalizó la declaratoria. Basta leer cuidadosamente el documento referido para encontrar razones más que suficientes para tal conmemoración, en la exposición de motivos se colocó un epígrafe extraído del poema “La bizarra capital de mi estado”:

He de encomiar en verso sincerista

La capital bizarra de mi Estado,

que es un cielo cruel

y una tierra colorada …

Ramón López Velarde nació en Jeréz, Zacatecas el 15 de junio de 1888 y falleció el 19 de junio de 1921, por ello, el año que transcurre arrojará el centenario de su fallecimiento. La iniciativa y el propio decreto esta sustentada por una exposición de motivos que proporciona información de gran valor sobre la vida y obra del poeta; sería demasiado transcribir su contenido para los efectos de este pequeño comentario, en todo caso, con el propósito de abonar, me gustaría compartir la opinión de José Gorostisa sobre Ramón López Velarde y su obra:

“. . . la obra de Ramón López Velarde se explica por una actitud de curioso. En la provincia, el hombre es pieza de maquinaria: campesino, comerciante, poeta; pero el provinciano que viaja asume caracteres de descubridor o de conquistador; se transforma en un payo. Eso era López Velarde, si se me permite dar a la palabra un sentido noble.

Iba por esas calles- a la una, a las siete- con los cinco sentidos abiertos al mundo de afuera, porque el payo es sensual (digamos descubridor) antes que conquistador o sentimental. ‘Perdone usted –parecía decir-, yo descubrí el color, el aroma, el sonido. Son míos por consiguiente; pero me agradará mucho que usted los advierta y los goce.”

Así, un día cualquiera, descubrió cierta armonía de las palabras. El amor de las palabras, acaso. La sensible enamorada de lo lánguido, la opaca de lo sonoro, pidiendo desposarse indestructiblemente en el lugar común de mañana.

Recordemos que Erixímaco concibió el amor como armonía de elementos puestos en apariencia; las sílabas largas y las breves, pensaba, se aman en cuanto dejan de oponerse para producir una armonía: el ritmo. Con él, López Velarde debió vislumbrar el mundo alígero de las palabras; debió seguir sus peregrinaciones sentimentales, de labio en labio, sedientas de armonía. ¿Podré explicar lo raro de su obra por una necesidad de lenguaje eterno?

De Sangre devota a Zozobra se sigue un proceso creciente de complicación; pero al mismo tiempo, las expresiones bellas son más frecuentes y de una sencillez inusitada. Zozobra es un libro de crisis que, si López Velarde solucionó en los preciosos endecasílabos de La suave patria, confirma mi creencia de que lo raro fue un accidente de la evolución de su lenguaje, y no el fin propuesto de su obra, que nadie se propondrá nunca, teniendo la honradez artística y personal de Ramón, escribir con el único objeto de que no se le entienda.

Lo supondremos descubierto y adueñándose del mundo, como un niño. Habría querido nombrar las cosas; pero el nombre es un hecho inviolable, al cual debemos acomodarnos con regocijo porque “los nombres son consecuencia de las cosas” según el viejo proloquio. Quedaban, después, las posibilidades del adjetivo y de la imagen.

Vaya un ejemplo de lo que afirma José Gorostiza:

Y pensar que extraviamos

la senda milagrosa

en que se hubiera abierto

nuestra ilusión, como perenne rosa …

Y pensar que pudimos

enlazar nuestras manos

y apurar en un beso

la comunión de fértiles veranos …

Y pensar que pudimos,

en una onda secreta

de embriaguez, deslizarnos,

valsando un vals sin fin, por el planeta …

Y pensar que pudimos,

al rendir la jornada,

desde la sosegada

sombra de tu portal y en una suave

conjunción de existencias,

ver las cintilaciones del zodiaco

sobre la sombra de nuestras conciencias …

 

Sintetiza José Gorostiza sobre López Velarde:

“ … podemos explicar su poesía por una necesidad de lenguaje eterno, de palabra que canta con igual belleza en cualquier tiempo o espacio susceptibles de memoria.”

Así, durante este año 2021 habremos de acercarnos a la obra del bardo jerezano, al poeta de la nacionalidad, al hombre que dejo indeleble huella del valor de la provincia en la conformación de nuestra nación en el siglo XX, pero sobre todo, redescubramos a nuestro poeta que nos llena de orgullo nacional.

Federico Carlos Soto Acosta.

Docente Universitario e investigador.


 
 

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