Se trata de un concepto originalmente utilizado por la física, que hace referencia a la capacidad de un material para recobrar su forma o resistencia ante un choque o un golpe, posteriormente el concepto fue adaptado a las ciencias sociales para hacer referencia a la capacidad o resistencia al sufrimiento y además salir fortalecido ante dichas experiencias.
Además, la resiliencia es la capacidad que tiene la persona o un grupo para recuperarse frente a la adversidad y aun así seguir proyectando el futuro. En ocasiones las circunstancias difíciles o traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
Estamos a un año de haber comenzado a vivir los desafíos que jamás imaginábamos que iban a suceder a la población mundial, históricamente se encuentran documentadas algunas coincidencias, pero solo en escasos periodos de tiempo en lo que se tiene registro. A estas alturas la mayoría de las personas han sido tocadas por alguno de estos desafíos, enfermedad, muerte, pérdidas de empleo, crisis económicas, pero sobre todo la presencia de una incertidumbre que aún sigue reinando.
Ya no volveremos a ser las mismas personas, entre nosotros habrá sillas vacías, habrá cosas inexistentes, situaciones que jamás regresaran a ser lo que un día fueron, por lo tanto se trata de salir adelante y además salir fortalecidos ante tales circunstancias, con esto no quiero decir que seamos positivos y que apostemos a la victoria sobre cualquier obstáculo sino que a pesar del desafío por el cual estemos pasando, sea la ESPERANZA la que prevalezca y camine de nuestra mano, no con la certeza de que todo saldrá bien, sino con la tranquilidad y el entusiasmo de haber actuado de la mejor manera.
Las crisis siempre serán una gran oportunidad de transformación, si así lo queremos tomar, gracias al caos conectamos con un llamado, un llamado a sacar algo oculto dentro de nuestro interior que nos ayuda a afrontar la adversidad, un llamado a la RESILIENCIA; siempre habrá un antes y un después marcado por la experiencia o el suceso más traumático y doloroso que nos haya tocado vivir, pero la manera de dar la mejor cara es lo que hará la diferencia y es entonces que dejara mejores seres humanos y más fortalecidos.
Les invito a hacer de cada amanecer una oportunidad de vida y a tomar conciencia de nuestra finitud, nuestra fragilidad, pero a la vez de nuestra fortaleza y seguir a viviendo con esperanza el día a día.