A la Dra. Silvia Saavedra, por su trabajo académico y su desempeño en la administración pública.

 

MANUEL IBARRA SANTOS 

 

​ La federalización de la nómina magisterial en Zacatecas implica en los hechos el compromiso del gobierno de la República de hacerse cargo del pago de los salarios de todos los trabajadores de la educación, para que nuestra entidad tenga solvencia y supere sus pasivos financieros de antaño. Este es un proceso por concretarse en nuestra entidad.

​A la fecha, cientos y miles de plazas laborales de trabajadores de la educación en Zacatecas son cubiertas con ingresos propios o con recursos federales extraordinarios. Y a eso, no se le puede llamar “federalización de la nómina magisterial”.

​La pregunta, obvia que debemos hacernos: ¿Existen las condiciones para que en nuestra entidad se proceda a la federalización de la nómina magisterial? La respuesta inmediata es SÍ, porque se cuenta y están disponibles los soportes económico, administrativo y legal, para lograrlo.

​Este tema se volvió a colocar en la discusión mediática la semana pasada, luego de que un funcionario del más alto nivel del ministerio de las finanzas públicas en Zacateca, declarase que “la federalización de la nómina magisterial avanza”, porque según su argumento, el gobierno de la República autorizó enviar a nuestra entidad, en el 2024, dos remesas de recursos, una por 720 millones y otra por 711 millones de pesos, para atender necesidades salariales del sector. (Fuente: NTR-26 de agosto-2024).

​Que importante es que las gestiones del gobernador David Monreal y de su secretario de Finanzas hayan fructificado para atraer recursos extraordinarios a fin de atender compromisos económicos de coyuntura del sector educativo. Es algo positivo que debe resaltarse. Pero a eso, no se le puede llamar federalización de la nómina magisterial zacatecana.

​La federalización de la nómina magisterial zacatecana, para que se concrete en los hechos, debiese de considerar varios elementos, entre los que están los siguientes:

​1).-La transferencia real de plazas laborales del magisterio pagadas en la actualidad con recursos estatales, al financiamiento federal. Y eso no ha sucedido.

​2).-La implementación de todo un renovado modelo de gestión administrativa de la nómina magisterial zacatecana, el que hoy se encuentra anclado a un complejo entramado burocrático.

​3).-La federalización educativa exige en principio también, la evaluación rigurosa de la actual nómina magisterial federalizada en Zacatecas, para conocer con precisión si existe superávit y/o déficit en su manejo.

​4).-Un proceso de esta naturaleza requiere y reclama auspiciar un amplio diálogo con las organizaciones sindicales del sector, a fin de construir consensos para concretar la federalización educativa.

​5).-Urge, sí se quiere avanzar en el tema, crear una agenda por la federalización de la nómina educativa en Zacatecas.

​Por ese motivo, por razones de responsabilidad pública, no se debe confundir el proceso de federalización de la nómina magisterial con la iniciativa política de gestionar recursos extraordinarios para la educación, pues son dos cosas totalmente diferentes.

​En los años 2013/2014, las plazas laborales del magisterio zacatecano cubiertas con recursos propios, no fueron integradas al financiamiento federal, porque el gobierno de Zacatecas de entonces y sus áreas sustancias (educación y finanzas) no aportaron los datos para la conciliación de cifras en ocasión de la implementación del FONE. Y eso se hizo, entre otras cosas, para no ver mermados los ingresos por la vía de los recursos federales extraordinarios.

​Y ese tipo de decisiones no deben repetirse, porque hoy existen todas las condiciones para avanzar en la federalización de la nómina magisterial.

 

​DAVID MONREAL Y LA NÓMINA MAGISTERIAL:

David Monreal puede convertirse, sí lo quiere, en el gobernador que concrete la federalización de la nómina magisterial zacatecana, porque existen todos los soportes económicos, administrativos y legales para lograrlo.

​Por esta vía, se le puede inyectar una fuente adicional de recursos irreductibles a la administración pública zacatecana, lo que puede coadyuvar a superar los pasivos económicos que desde hace años afectan a la administración pública.

​En otras entidades, la federalización de la nómina magisterial ha avanzado lentamente. En Michoacán se detuvo drásticamente por factores políticos; en Durango registra resultados graduales. Zacatecas puede ser, hoy, un ejemplo a nivel nacional, sobre este particular.


 
 

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