En los últimos años nuestra sociedad ha visto con precaución y en incontables ocasiones con gran lamentación, como se han incrementado el número de delitos sobres sus personas y sus bienes; y lo más preocupante de lo anterior, es el grado de violencia con que se llevan a cabo los ilícitos. El problema de la seguridad pública es complicado ya que no obedece a un solo factor como causal de delincuencia, los motivos generadores de delincuencia organizada o fortuita, son originados por varias causas, pero podemos señalar como las más significativas: el deterioro ético, moral, económico, político y demográfico.

Los factores de influencia social externa, la globalización, la nueva estructura en bloques comerciales del nuevo orden mundial, la irritación y consecuente resentimiento de las clases marginadas, que ante los ineludibles requerimientos de los satisfactores básicos de vida, sienten con tristeza y desesperanza sobre todo los jóvenes que es prácticamente imposible obtener los medios que dignifiquen su existencia y que a diario son bombardeados con propaganda comercial que les despierta más la tentación de obtener y disfrutar bienes materiales que les proporciones niveles superiores de vida, pero que al carecer de posibilidades para hacerse de ellos, experimentan una gran frustración y deseos de enajenarse o evadirse de la realidad y buscan otras formas para construirse su rincón de escape y que este invariablemente es en detrimento de los valores morales y el cultivo de las virtudes humanas, y muchas de esas acciones resaltan la contracultura, enaltecen a los anti héroes, y los incitan al desenfreno y la concupiscencia, lo que crea una atmósfera cargada de desánimo y fatalismo, que incide negativamente en la autoestima y en el espíritu de unidad que como sociedad y estado debemos cuidar, alimentando la unidad familiar y el patriotismo nacionalista.

Resulta indispensable para el bien social que el gobierno estatal se constituya en un verdadero interprete del sentir de la sociedad y que en consecuencia independientemente de su tarea gubernamental, coadyuve en las acciones necesarias para que los ciudadanos sientan en lo individual y colectivo que verdaderamente son escuchados, comprendidos y atendidos y que aparejadamente al desarrollo democrático del país también se fomenta y cuida su desarrollo integral en los ámbitos familiar y social y que verdaderamente gobierno y sociedad constituyen una unidad monolítica, decidida con la mejor de las voluntades a cristalizar los anhelos que como pueblo unido hemos imaginado por generaciones en el transcurso de las etapas que como Estado nos ha tocado vivir, sufriendo toda clase de sacrificios y que inmutable digna incólume y heroicamente con tozudez de raza gigante no desmaya a pesar de todos los pesares, que desangrada y angustiada por el éxodo de sus hijos aguantando pobreza y un sinfín de engaños que en incontables ocasiones ha sido utilizada por unos cuantos para fines inconfesables, de eso nuestra historia tristemente, nos da puntual conocimiento.

Por lo anterior y tantas cosas más, es impostergable que el gobierno estatal sea un digno ejemplo a seguir por sus gobernados, el gobierno debe ser factor decisivo de cohesión de aliado del pueblo, debe ser guía, promotor y facilitador de realizaciones para la comunidad, los individuos y sus familias, el gobierno del Estado debe convertirse en un sensible y solidario promotor de valores y dignidades que lo enaltezcan y que no solamente se le obedezca por mandato de ley, sino que se le respete y admire por ser autentico interprete y representante de la voluntad ciudadana, que inobjetablemente procura el bienestar de la ciudadanía, y que con justicia social haciendo de la tarea de gobierno un arte que con eficiencia y eficacia transmute los ideales en hechos, las necesidades en satisfactores y las injusticias en salud, paz y seguridad, que permitan un desarrollo integral pujante acelerado y sostenido que curen las heridas del pueblo y lo coloque en estadios superiores que dignifiquen su existencia y den sentido humano a su quehacer y diario vivir.


 
 

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