Hace 450 años, en el corazón de la Nueva España, nació una tierra destinada a la grandeza. El 22 de octubre de 1575, por orden del entonces virrey Martín Enríquez de Almanza, se fundó la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes, bajo la visión del capitán Juan de Montoro.
Su propósito era claro: proteger las rutas del norte y crear un punto de descanso entre Zacatecas y la capital del virreinato. Lo que nadie imaginó fue que aquel asentamiento estratégico se convertiría, con el paso de los siglos, en uno de los estados más prósperos, seguros y pujantes de México.
Aguascalientes, cuna de talento, trabajo y arte, ha forjado su identidad sobre los pilares de la innovación, la educación y la hospitalidad. Desde la grandeza de su Feria Nacional de San Marcos hasta la excelencia de su industria automotriz y tecnológica, esta tierra ha sabido combinar tradición y modernidad con orgullo y carácter.
Hoy, bajo el liderazgo de la gobernadora Tere Jiménez, Aguascalientes reafirma su papel como el gigante de México, un estado que no solo crece, sino que inspira; que honra su historia mirando hacia el futuro con decisión y esperanza.
Celebrar estos 450 años es reconocer el legado de quienes forjaron nuestro destino, pero también el compromiso de quienes hoy escriben el siguiente capítulo de una historia que sigue moviendo al país.
Aguascalientes: medio milenio de orgullo, identidad y futuro.
Por Mariana Delgado Prado
Directora General de Para Parlé Noticias Mundo