El gigante gasístico ruso Gazprom ha cortado el suministro de gas a Europa a través del gasoducto Yamal-Europa, ramal que atraviesa Polonia y que conecta con Alemania, después de que Rusia impusiera sanciones contra varias empresas extranjeras, entre ellas la propietaria polaca del tramo, EuRoPol GAZ. El Kremlin sanciona a más de una treintena de empresas.

El corte se suministro de Gazprom es consecuencia directa de la decisión del Gobierno de Rusia, que este miércoles anunció nuevas sanciones a empresas europeas como represalia por las medidas adoptadas desde Occidente contra Rusia por la guerra de Ucrania. Estas sanciones implican la prohibición de transacciones y pagos a favor de los penalizados.

En esta lista figura EuRoPol GAZ, la alianza empresarial entre Gazprom y la polaca PGNiG que es responsable de gestionar el gasoducto Yamal-Europa a su paso por Polonia. Según ha explicado Gazprom en un comunicado este jueves, esto implica que EuRoPol GAZ ya no podrá utilizar dicha tubería. "Se ha impuesto una prohibición de transacciones y pagos a favor de personas sujetas a sanciones, lo que significa en particular para Gazprom una prohibición del uso del gasoducto propiedad de EuRoPol GAZ para transportar gas ruso a través de Polonia", explicó la Gazprom en un comunicado.

El gasoducto transnacional Yamal-Europa atraviesa el territorio de cuatro países: Rusia, Bielorrusia, Polonia y Alemania. Su capacidad es de 32.900 millones de metros cúbicos de gas al año. Recientemente, esta ruta para el transporte de gas a Europa prácticamente no se ha utilizado debido a la falta de solicitudes de los consumidores europeos, según la agencia oficial TASS.

En paralelo, Rusia también ha reducido el envío de gas a una filial de Gazprom incautada por Alemania –Gazprom Germania Gmbh–, según el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, que ha cifrado el recorte en 10 millones de metros cúbicos por día, el 3% del total del suministro.

El mismo día que Finlandia anuncia que deja de ser neutral
Este corte de gas ruso se produce el mismo día que Finlandia ha anunciado que dejará de ser un país neutral para solicitar su ingreso en la OTAN. El presidente, Sauli Niinistö, y la primera ministra socialdemócrata, Sanna Marin, han defendido en un comunicado que Finlandia debe solicitar su ingreso en la organización "sin demora". De hecho, han asegurado que esperan que los pasos que se necesitan dar en esta dirección se tomen "rápidamente" en los próximos días.

Un anuncio que ha sido inmediatamente respondido por el Kremlin. El Ministerio de Exteriores ha amenazado a Finlandia con "represalias de carácter militar-técnico y de otro tipo" si se une a la OTAN. Ha considerado que su adhesión a la Alianza "causará graves daños a las relaciones bilaterales", por lo que Moscú ha afirmado que "se verá obligada" a tomar "represalias" para "detener las amenazas de seguridad a su territorio que se presenten al respecto".

Bruselas evalúa una respuesta
La Comisión Europea está analizando las sanciones impuestas por Rusia a varias empresas europeas y sus implicaciones para la seguridad del suministro de gas hacia la Unión Europea. "La Comisión está actualmente analizando la decisión rusa sobre sanciones contra ciertas empresas en la UE y las implicaciones para la seguridad del suministro de gas", dijo a Efe un portavoz de esta institución.

El Ejecutivo comunitario "está en contacto estrecho con los Estados miembros sobre estos acontecimientos", añadió al ser preguntado sobre la decisión anunciada este jueves por la gasística estatal rusa.

Este nuevo corte de suministro se produce después de que a finales de abril Gazprom ya suspendiese las entregas de gas a Polonia (a través de la distribuidora de gas PGNiG) y a Bulgaria (Bulgargaz) por negarse a pagar los suministros en rublos, tal y como exige el presidente ruso, Vladímir Putin.

La repercusión del corte de gas ruso tendrá en principio poco impacto en España: el gas ruso representa una parte mínima del total de gas que importa el país; además, en un principio España tampoco sufrirá el previsible aumento del precio del gas ya que este viernes el Gobierno aprueba, en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, el mecanismo para topar el precio del gas destinado a producción eléctrica, que rondará los 48,8 euros/megavatio hora (€/MWh) en los doce meses que estará en vigor.

Reducir la dependencia energética de Moscú
La invasión rusa de Ucrania, iniciada el 24 de febrero, ha llevado a la UE a impulsar una agenda para acabar con su enorme dependencia de la energía de Moscú, que la hace vulnerable a tensiones con su vecino, y Bruselas presentará la semana que viene su estrategia para ello, bautizada como Repower EU.

La Comisión calcula que la UE tendrá que invertir 195.000 millones de euros adicionales hasta 2027 para alejarse aceleradamente de los combustibles fósiles rusos, principalmente a través del despliegue de renovables, mayor eficiencia energética y desarrollo del hidrógeno sostenible, según el borrador de este plan al que tuvo acceso este jueves Efe.

Rusia es el principal exportador de energía a la UE, que le compra cada año combustibles fósiles por valor de 99.000 millones de euros y recibe de Moscú un 40% del gas y un 25% del crudo que consume.

El gas, por ahora, no figura entre los objetivos de las sanciones de la UE, donde sí se ha generado debate por la propuesta de la Comisión Europea de vetar el petróleo ruso. Países del este de Europa dependientes de este crudo han pedido más tiempo para adaptarse e incluso Hungría ha amenazado con vetar esta iniciativa.

 

 


 
 

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