La práctica médica, es considerada como uno de los pilares más importantes en la sociedad, si falla la salud impacta en la economía, en la educación y en el empleo, se ha demostrado que el proceso salud- enfermedad es compromiso de todas y todos, ejemplo clave lo develan algunas pandemias mundiales entre las que se encuentra la peste, el cólera, la influenza AH1N1, y la COVID-19, tan temida y acreedoras de miles de muertes.
Fue en el año 500 a.C cuando el padre de la medicina Hipócrates juro por Apolo, Esculapio, Hygia y Panacea, cumplir fielmente el juramento, en resumen, el compromiso de enseñar el arte de la medicina, usar las reglas dietéticas en provecho de los enfermos, no dañar, no ser injusto, no brindar medicamentos mortales, apartarse de la corrupción y guardar secretos inviolables, son los indicadores que al cumplirse íntegramente, se viviría feliz y honrado por todos los hombres hasta la posteridad; hoy en día, las nuevas generaciones pareciera que perdiera la esencia de la medicina; acaso será obra del médico o médica que ha olvidado su origen? O es un cúmulo de circunstancias sociales las que lo hacen perjurar y transgredir el juramento Hipocrático?
Fidel Castro en el año 1983 dijo “El Médico será más que alguien que atiende a uno que se enferma… será un guardián de la salud”, con esta ideología me permite hacer un comparativo entre el sistema de salud de México, país en vías de desarrollo y Cuba un país tercermundista, que tiene el mejor sistema de salud en el mundo. Da la impresión que en México los pacientes se tienen que acoplar al horario de las instituciones que brindan atención médica, caso contrario en Cuba donde el médico y médica son para y de la comunidad. En México la salud no es una prioridad, tampoco es de amplio acceso equitativo, no es asequible ni de calidad, no hay cobertura universal y lo principal, el producto interno bruto (PIB) destinado a la salud solo es del 2.5 %; caso contrario en Cuba, donde se estima que aproximadamente es del 8 %, donde la salud es gratuita, es un objetivo principal del gobierno, el acceso equitativo se logra cuando los médicos y médicas de comunidad se comprometen con su población y llevan la salud hasta el lugar más alejado, con el arma más poderosa que se tiene en la medicina: la prevención. El médico Mexicano tiene a cargo aproximadamente 1000-3000 familias, mientras que en Cuba no pasa de 200 familias, el tiempo que se estima por consulta, para un paciente en México en las instituciones de salud, es máximo 15 minutos por persona, mientras en Cuba no hay tiempo específico, se centra en la necesidad a priori del paciente, enfocándose en sus esferas física, psicológica y social, involucrando al paciente, familia y sociedad.
Es así como pudiera enumerar diferencias entre los dos sistemas de salud, pero lo que es una realidad la medicina general y familiar, resuelve con los medios que tenga del 70 al 80% de las patologías, la diferencia radica en que en México solo es curativo y en Cuba tiene un enfoque preventivo, esté último es lo que mantiene fuerte a la población. Hay mucho que aprender como médicos y médicas, pero sobre todo hay mucho por hacer en conjunto con la sociedad y gobierno para que al unísono podamos conseguir esa tan anhelada salud para todos, aportando mayor presupuesto en educación y salud que son los pilares fundamentales de la prevención.