Más de 38,4 millones de personas viven con el virus de la inmunodeficiencia humana, más conocido como VIH (o HIV en inglés) en todo el mundo. Dentro de ese total, se estima que 28,7 millones de personas con la infección acceden hoy al tratamiento.

Uno de los principales obstáculos para curar la infección por VIH es el reservorio de larga vida de células T CD4+ infectadas que están en forma latente. Esas células son resistentes al tratamiento y, por los tanto, permiten la persistencia del virus en el organismo humano.

Ahora, un equipo liderado por científicos de España ha realizado un hallazgo que abre un camino para encontrar mejores estrategias para llegar a curar las infecciones por el VIH. El estudio, que contó con la colaboración de investigadores de Estados Unidos y Japón, fue publicado en la revista Communications Biology.

Los líderes fueron investigadores de los laboratorios de Biología de la Infección y Virología Molecular de la Universidad Pompeu Fabra. Lograron identificar y caracterizar a un nuevo factor de restricción del virus VIH.

Le llamaron “Schlafen”. Es una palabra alemana que significa “dormido” y que da nombre a una familia de proteínas implicadas en el cáncer, la sensibilidad a los medicamentos y las funciones antivirales. Schlafen 12 (SLFN 12) es entonces un nuevo factor de restricción del VIH. Descubrieron que SLFN 12 detiene la producción de proteínas virales y ayuda a las células infectadas por el virus a escapar de la terapia contra el VIH y de las respuestas inmunitarias.

Si no se tratan, las infecciones por el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), se produce la destrucción gradual del sistema inmunitario. En todo el mundo, unas 650.000 personas mueren cada año por los estadios avanzados de la infección.

A pesar de que no existe una cura general para una infección establecida, una terapia antirretroviral adecuada permite a las personas con el virus tener una buena calidad de vida. Sin embargo, una vez que se interrumpe el tratamiento, el virus reaparece a partir de un reservorio de células infectadas en estado latente.

“La latencia es una barrera importante que impide la eliminación del virus en las personas infectadas por el VIH. No podremos curar una infección existente hasta que nos deshagamos de las células infectadas de forma latente. Por eso es esencial entender cómo funciona la latencia”, explicó Andreas Meyerhans, profesor de investigación ICREA en la UPF que ha coordinado el estudio junto a Juana Díez.

A partir del estudio publicado en Communication Biology se caracterizó a SLFN12 como una proteína que restringe la proteínas virales mediante la escisión de ARNt celulares específicos, que son los componentes básicos para la construcción de proteínas.

Como consecuencia, en presencia de SLFN12 activa, las células T CD4 infectadas por el VIH no son capaces de completar el proceso de producción del virus, sino que mantienen sus plantillas, el ARN del VIH, en estado latente. “SLFN12 impide la producción de proteínas, restringiendo la producción de partículas virales. Tales células están infectadas de forma latente, invisibles al sistema inmunitario y a las terapias contra el VIH”, explicó Mie Kobayashi-Ishihara, primera autora del trabajo.

El estudio también revela cómo SLFN12 puede inhibir específicamente la producción de proteínas del VIH sin bloquear la producción de proteínas celulares. “SLFN12 escinde el ARNt Leucina-UUA, un bloque de construcción que rara vez se utiliza para las proteínas celulares pero que es esencial para las proteínas virales del VIH”, explicó la científica Juana Díez.

El hallazgo abre la posibilidad de diseñar nuevas estrategias terapéuticas contra el VIH. “Bloquear las funciones antivirales de SLFN12 debería aumentar la expresión de proteínas virales y, por tanto, permitir al sistema inmunitario del huésped y a los fármacos antivirales eliminar mejor los reservorios virales”, vislumbró Meyerssshans.

“Una vez que empiezas a producir el virus, vuelve a ser visible. Vuelves a tener tu objetivo. Así que puedes atacarlo y, con suerte, eliminar definitivamente las células infectadas latentes”, agregó.

“La investigación liderada por científicos de España describe el rol potencial de una proteína en la regulación del reservorio del HIV. Las Schlafen son una familia de proteínas con diversas funciones, entre otras sobre la actividad de proliferación de algunos tumores. En este sentido, se han descripto roles potenciales como biomarcadores de actividad tumoral y de blanco de acción de tratamientos. En este caso, se podría especular acerca de su regulación farmacológica y eventual actividad sobre el reservorio para VIH. Pero aún me parece demasiado preliminar”, opinó al ser consultado por Infobae el doctor Marcelo Losso, director del Servicio de Inmunocomprometidos e investigador responsable del área de enfermedades emergentes del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires en Argentina.

En agosto del año pasado, investigadores de la Argentina y otros países también descubrieron un circuito regulatorio que hace que el virus VIH se pueda mantener latente en reservorios dentro del cuerpo humano.

El trabajo se publicó en la revista especializada mBio de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. Se trató de un estudio que forma parte de la tesis doctoral de Julia Rubione como becaria del Conicet y en el que participaron investigadores de Chile y Australia.

El trabajo de Rubione con la coordinación de Matías Ostrowski, del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Retrovirus (INBIRS), de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, y Gabriel Rabinovich, del Instituto de Biología y Medicina Experimental del Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, aportó nuevos conocimientos para entender mejor la persistencia y la dinámica del reservorio viral.

Abrió una posibilidad de que se pasen a evaluar fármacos dirigidos hacia la proteína, llamada galectina 1, que Rubione y los colaboradores encontraron en niveles aumentados tanto en personas con acceso al tratamiento o sin medicación.

Información por Infobae


 
 

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