México será sede de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. Este hecho, que podría parecer un mero evento diplomático más, representa en realidad un acto profundamente político: el reconocimiento internacional al compromiso del Gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la transformación social desde la raíz. Una transformación que pone a las mujeres en el centro del cambio.
La Cuarta Transformación ha sido clara: no hay justicia social sin justicia de género. Y eso no se logra únicamente con discursos, sino con decisiones de Estado. Decisiones que se expresan en políticas públicas, en presupuestos con perspectiva de género, en el impulso al empoderamiento económico de las mujeres, en la atención integral a las víctimas de violencia, en el acceso paritario a cargos de poder y, sobre todo, en el reconocimiento del valor social del trabajo que históricamente ha sido invisibilizado.
Desde Zacatecas, esta visión se traduce en acciones concretas. Lo sabemos: lo que no se nombra, no existe. Por eso impulsamos estrategias institucionales que atiendan las desigualdades estructurales, especialmente para las mujeres en situación de vulnerabilidad: indígenas, rurales, trabajadoras del hogar, privadas de la libertad o en contextos de violencia. Apostamos por políticas integrales que no vean a las mujeres sólo como beneficiarias, sino como sujetas activas de derechos.
La Conferencia Regional, organizada por la CEPAL y ONU Mujeres, será el espacio donde América Latina y el Caribe miren de frente los rezagos, pero también los avances. Y que México sea el anfitrión no es casualidad: somos un país que está rompiendo inercias, desafiando los privilegios y reconstruyendo el pacto social desde el feminismo popular y de base.
Esta cumbre nos convoca no sólo a debatir, sino a construir: desde lo local, lo estatal y lo nacional. A sumar voces, territorios y experiencias que nos permitan avanzar hacia la igualdad sustantiva con una mirada interseccional y profundamente latinoamericana. La justicia de género no puede esperar, y desde Zacatecas decimos con claridad: cuenten con nosotras para seguir transformando este país con y para las mujeres.