En Zacatecas, como en el resto de México, el trabajo de cuidados es una pieza clave para el bienestar social y el desarrollo económico. Sin embargo, estas labores—que incluyen la crianza de hijas e hijos, el cuidado de personas mayores y las tareas del hogar—han sido históricamente invisibilizadas y asumidas mayoritariamente por mujeres, sin una retribución económica ni reconocimiento formal. Hoy, tenemos la oportunidad de transformar esta realidad con políticas públicas que dignifiquen y redistribuyan estos trabajos, permitiendo que más personas puedan participar plenamente en la economía.
El cuidado como base de la economía
El trabajo de cuidados sostiene a las familias y permite que otras actividades productivas se desarrollen. Sin embargo, su valor no siempre es reconocido en términos económicos. Según datos nacionales, las mujeres dedican hasta el doble de tiempo que los hombres a estas labores, lo que limita su acceso a oportunidades de empleo, educación y emprendimiento.
En Zacatecas, donde muchas familias dependen de la migración y del trabajo en el campo, la carga de cuidados recae con más fuerza en las mujeres. Es fundamental generar políticas que permitan distribuir mejor esta responsabilidad, garantizando que el cuidado no sea un freno para el desarrollo personal y profesional de quienes lo realizan.
Avanzando hacia una economía del cuidado con justicia social
Desde la Cuarta Transformación, se ha impulsado un modelo de bienestar que pone a las personas en el centro del desarrollo. En Zacatecas, podemos fortalecer esta visión con acciones concretas como:
1. Infraestructura para el cuidado
La expansión de centros de cuidado infantil y espacios para personas mayores es clave para aliviar la carga de cuidados de las familias. Impulsar guarderías comunitarias, con apoyo estatal y municipal, permitiría que más mujeres y personas cuidadoras puedan acceder a empleos formales o emprender sin preocuparse por la falta de redes de apoyo.
2. Programas de profesionalización y apoyo al trabajo de cuidados
Muchas personas que trabajan en el hogar o como cuidadoras no cuentan con seguridad social ni derechos laborales. Crear programas de capacitación y certificación para trabajadoras del hogar y personas cuidadoras permitiría reconocer su labor como un empleo digno, con acceso a seguridad social y mejores condiciones laborales.
3. Políticas de conciliación laboral y familiar
Es necesario fomentar esquemas de trabajo flexible, licencias de paternidad más amplias y horarios adaptables para que la responsabilidad del cuidado sea compartida. Empresas y gobierno pueden colaborar en la implementación de modelos laborales más equitativos.
4. Incorporación de la economía del cuidado en la planeación estatal
Integrar el valor del trabajo de cuidados en los planes de desarrollo de Zacatecas permitiría diseñar políticas públicas más equitativas. Si reconocemos su impacto en la economía, podremos asignar recursos y diseñar estrategias que generen bienestar para todas las personas.
Una oportunidad para el desarrollo de Zacatecas
La economía del cuidado no es solo un tema de igualdad de género, sino una estrategia clave para el crecimiento del estado. Cuando quienes cuidan tienen tiempo y oportunidades para desarrollarse profesionalmente, se fortalece el tejido social y se dinamiza la economía.
Zacatecas tiene la oportunidad de ser un referente en la construcción de un sistema de cuidados más justo, donde todas las personas puedan prosperar sin que el cuidado recaiga exclusivamente en las mujeres. Apostemos por un modelo que valore estas labores y las transforme en una palanca para el bienestar y el desarrollo.