La resiliencia es la capacidad que tiene la persona o un grupo para recuperarse frente a la adversidad y aun así seguir proyectando el futuro. En ocasiones las circunstancias difíciles o traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento. Pero vale la pena preguntarse ¿qué es lo que hace ser a una persona resiliente? Numerosos autores y personas han analizado cuales son los atributos para que una persona desarrolle la resiliencia a diferencia de otras, incluso en la misma circunstancia, aquí tres atributos que podemos desarrollar para ser personas resilientes.

 


Se permiten hacer un alto

Parece que la vida nos lleva en una carrera a toda velocidad, donde vamos tan de prisa que a veces ni siquiera sabemos hacia donde nos dirigimos, constantemente estamos consiguiendo metas y sueños que no sabemos si son propios o dictados por una sociedad o un entorno. En el momento en que llega la adversidad igualmente tendemos a buscar la fórmula que le ha funcionado al resto de las personas, pero la persona resiliente hace un alto en el camino, escucha su intuición y desde ahí busca la manera de seguir hacia delante.

 


Buscan soluciones, no buscan culpables

Suelen ser personas que no proyectan culpas en los demás, en cambio buscan como solucionar las situaciones adversas o aceptan las cosas que no tienen solución, se focalizan en resolver el problema y en como afrontarlo desde la mejor versión de sí mismos.

 


No temen mostrarse vulnerables

Las personas resilientes no temen mostrarse vulnerables al expresar sus emociones, miedo, tristeza, angustia, etc., saben que al mostrarlas no solo serán comprendidos de mejor manera por su entorno, sino que fortalecerán los vínculos y podrán ser acompañados por las personas cercanas, tampoco temen mostrar una actitud positiva ya que la resiliencia es esa energía que saldrá a la luz en cualquier momento para dar muestra de la fortaleza y animo que habita en cada uno de nosotros a pesar de todo.


 
 

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