El duelo y la depresión pueden ser dos cosas que a menudo causan confusión, seguramente a muchas personas les ha pasado que acaban de perder a un ser querido y al no sobreponerse con la rapidez que se desea, vienen pensamientos y conductas en los que la persona se cuestiona si está sumergido en una depresión, así que enseguida analizaremos algunos aspectos que comparten y que pueden llegar a confundir frecuentemente.

Primero que nada, empecemos por decir que el duelo es la respuesta natural que tiene un ser humano ante una pérdida significativa, suele ser un proceso doloroso y complejo sobre todo si la relación con la persona fallecida o ausente formaba parte esencial de su vida.

La depresión es un trastorno que afecta el estado de animo de manera radical y va acompañado de sentimientos como la desesperanza, la culpa, la ansiedad y la tristeza incluso puede ser experimenta a tal grado que puede ir acompañada de ideaciones suicidas.

Entre las similitudes que comparten el duelo y la depresión esta la presencia de llanto, falta de apetito, trastornos del sueño y pérdida del interés por el mundo exterior, sin embargo, hay suficientes datos para considerar que se trata dos cosas distintas.

El principal indicador de que se trata de un duelo es la reciente pérdida de un ser querido, un lugar de vivienda o de trabajo, así como la pérdida de una mascota. Una persona que esta en duelo no necesita estar medicado, necesita tiempo para reorganizarse interiormente y rodearse de un entorno comprensivo.

El duelo es algo a lo que siempre se estará expuesto a lo largo de la vida, normalmente viene acompañado de fases o etapas que permiten la adaptación a la nueva realidad, es la fase donde se reconstruye el mundo personal hasta que se encuentren nuevos significados, se trata de hacer un nexo entre el pasado y el presente para continuar encarando el futuro.


 
 

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