MANUEL IBARRA SANTOS
La promoción de la cultura se ha constituido en el mejor antídoto contra la violencia y la construcción de la cultura de la paz, pero también para sentar las bases de un renovado paradigma de desarrollo económico, con bienestar y justicia.
Quizá por esa razón, el interés del gobernador David Monreal, por recuperar en su esencia el Festival Cultural de Zacatecas, evento que en su edición 2023 se integrará por más de 250 actividades que coadyuvarán a recuperar la convivencia social y a estimular las actividades económicas.
Es en sentido estricto, que la promoción de la cultura dejó de ser, desde hace mucho tiempo, elemento estético de ornato y elitista (en la más acotada de sus concepciones), para convertirse en columna de la transformación económica y base de las sociedades contemporáneas.
Por lo menos esa es la apreciación que aporta (con mucha razón), el paradigma del desarrollo humano, socializado en el mundo partir de finales de la década de los noventa del siglo XX.
Por lo pronto, en la ciudad de Zacatecas se inauguraron las actividades del Festival Cultural de Zacatecas 2023, que habrá de servir al menos para cuatro fines:
1).-Recuperar Los niveles de convivencia social armónica; 2).-Estimular la reactivación económica; 3).-Para reducir los sentimientos de traumatismo colectivos asociados a la violencia criminal; y 4).-Saltar la trampa del confinamiento que nos ha heredado la pandemia sanitaria, la que todavía no ha sido superada del todo.
Queda demostrado con esto, que el tema de la promoción de la cultura tiene y debe ocupar una posición de corte transversal en las políticas públicas del Gobierno de Zacatecas.
Sí la administración de David Monreal actúa con esa motivación (como parece ser que así sucederá), mucho se logrará y avanzará, a efecto de superar modelos atrasados del desarrollo y el crecimiento económico.
El paradigma del desarrollo humano (al igual que sus precursores: el hinduista Amartya Sen y el pakistaní Mahbud Ul Haq), consideran que sólo tres elementos podrán hacer posible la constitución de una sociedad más digna, justa e igualitaria: cultura/educación, arte y ciencia.
A partir de la consolidación del modelo de desarrollo humano, se dio el giro de 180 grados en relación a las concepciones filosóficas sobre la sociedad y Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998, ha sostenido con argumentos incontrovertibles que la cultura es la base del desarrollo económico del mundo actual.
Contrario a esto, durante casi todo el transcurso del siglo XX y antes, la cultura y el desarrollo fueron vistos como ejes distantes, incluso excluyentes dentro de la acción gubernamental (García Canclini, 1990).
Las renovadas visiones teóricas, subrayan que la cultura participa en el desarrollo, al menos en tres sentidos: 1).-Es un componente básico del crecimiento económico, el bienestar y la igualdad colectiva; 2).-Es la base ética de la dignidad individual y social; y 3).-La transformación de la estructura productiva sólo puede hacerse desde la perspectiva de las políticas culturales.
En el caso de México, la cultura tiene un impacto importante en la economía. Las actividades en el sector aportan el 3 por ciento del Producto Interno Bruto/Nacional y genera en promedio al año más de un millón de empleos directos e indirectos (Fuente: INEGI).
En Zacatecas, su Instituto de Cultura, por razones categóricas tendrá que modificar su papel tradicional de fondo y dejar de ser sólo organizador de festivales, para adoptar un papel protagónico de mayor calado, a efecto de que la cultura se convierta en el factor esencial del desarrollo económico, del bienestar y la dignidad de las personas.
Lo menos que puede hacer el Instituto de Cultura de nuestro Estado, es hacer posible que aumenten los niveles de consumo de los productos culturales entre la población zacatecana. Sí no se avanza en eso, poco o nada habremos logrado. Uno de esos índices donde padecemos rezagos fuertes, es en los niveles de lectura entre la población.
Tenemos que admitir, más allá de posiciones maniqueas, que la recuperación en la organización del Festival Cultural de Zacatecas (a partir de los años 2022 y 2023), ha resultado un acierto de David Monreal Ávila.