“El Derecho, no debe ser justo por ser Derecho, pero si debe o debería serlo para gozar de plena validez moral o fuerza obligatoria” (Álvarez, M. 2001 p.310). Lo que es justo para algunos puede parecer injusto para otros, es por ello que el derecho es el que debe de contener la justicia en sus normas, pero en no pocas ocasiones las personas que se ven afectadas por la aplicación de la ley suelen clamar que se ha cometido una injusticia. Y en cada controversia que se dé entre los individuos y el Estado, siempre habrá alguien que considere que el derecho no se ha encargado de hacer justicia, porque en cada litigio hay intereses que se contraponen.
Sin lugar a dudas la justicia en nuestro país es un tema trascendental para el buen funcionamiento del Estado, justicia que por momentos en la percepción ciudadana está en las catacumbas del olvido, se trata de una de las áreas (justicia) que en las últimas décadas ha tenido más reformas y modificaciones en sus modos y formas de actuación para hacerla más efectiva ya que el sistema de justicia es un espacio vital para nuestro país sustentando su legitimidad en un régimen fundado en el derecho descansando en el cumplimiento del ideal de justicia basado en las leyes.
Uno de los principios de nuestra democracia es sin lugar a dudas el cumplimiento ideal de la justicia, el cual debería de tener como una de sus principales prioridades la existencia de un sistema eficaz en la resolución de problemas y conflictos sociales, la administración de justicia es una de las actividades prioritarias de toda organización estatal y que esta función jurisdiccional en un Estado con democracia debería de fundar sus decisiones y acciones en la pluralidad y la tolerancia, con la implementación de mecanismos que protejan a todos los grupos que integran a la sociedad en su conjunto y no con instrumentos de protección a grupos de poder o de la mal llamada elite de la sociedad. Y en este sentido el tema en comento es nodal en la vida de los mismos estados pues la delicada tarea de la impartición de justicia local o justicia del fuero común es por demás de suma importancia para el buen desarrollo en materia de justicia en todos los estados de donde deberían de partir las principales estrategias el en tema de evitar por todos los medios y modos de que las personas que son primo-delincuentes o los que en haber ya han delinquido y que sin embargo por la mala actuación salen más pronto de lo que la misma victima tarda en poner su denuncia o bien los agentes policiales en ponerlos a disposición de la autoridad competente ósea del ministerio público, y vuelven reincidir de manera genérica o especifica.
En nuestro país con las constituciones de 1824, 1857 y 1917 se sientan las bases para que nuestra nación se rija por leyes y la vida en sociedad pueda ser de manera ordenada y mantener a cada cual dentro del límite justo de sus derechos y obligaciones como ciudadano; aun y cuando estas leyes sean manipuladas, manoseadas o a capricho por quienes se encargan de su aplicación que en muchas ocasiones hacen una Ley a modo o desde su propia óptica, considerando la situación que priva en nuestro país en el tema de la inseguridad y sobre todo para los agentes de las distintas corporaciones policíacas encargados de hacer valer la Ley y que día a día se enfrentan a distintas situaciones que pudieran parecer injustas para los interpelados a los que se enfrentan, mismos que pudieran aludir la injusticia ante la aplicación de la Ley por los uniformados y dichas declaraciones pudieran ser malinterpretadas y representar conflictos que pudieran desencadenar en situaciones nada deseables, pero sobre todo contrarias a la Ley que invariablemente siempre darán al traste con el verdadero espíritu de la misma Ley.