“La enorme riqueza existente en el subsuelo de estos cerros, entre los que quedó fundada la hermosa ciudad capital de Zacatecas”...

La historia nos representa las enseñanzas de un pasado que ha delineado nuestro presente en una de las batallas más épicas que se registraron en el periodo de la revolución mexicana, siendo uno de los actores principales quien en vida llevo por nombre de pila Doroteo Arango mejor conocido como Francisco Villa “El Centauro del Norte” quien forjado en sus inicios por actos vandálicos con un matiz de “Robin Hood” Mexicano por su alto sentido de justicia para con los más desprotegidos pues parte de lo que robaba se lo repartía a los pobres según cuentan las tertulias post-revolucionarias, un hombre amado y odiado por unos y otros y es en este personaje de la historia Mexicana en quien se da el presente trazado, en esta mi tercera edición que desde la primera que deletree  en el año del 2004 donde escribiera para la revista OID (opción inmobiliaria & Decoración” y la segunda edición la cual fue en el año 2019 en el 105 aniversario y esta del presente año en el marco del 106 aniversario, ambas escritas en la página “Hablemos de seguridad y algo más”, las cuales comparto como siempre con estimación para nuestros asiduos lectores.

La vetusta y señorial ciudad de zacatecas, declarada por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad, representa orgullosamente uno de los emblemas más sólidos de la mezcla de dos razas, la mexicana y la española.

La tozudez característica del español y la valentía aguerrida de los zacatecos y caxcanes, produjeron en esta viril región de tierra colorada y vientos fríos que parten las mejillas, uno de los rincones patrios más importantes de la época colonial de nuestro país.

La enorme riqueza existente en el subsuelo de estos cerros entre los cuales quedó fundada la hermosa ciudad capital de zacatecas, ejerció una importantísima atracción entre los principales españoles que traían consigna de explorar, dominar y explotar las prometedoras tierras de la nueva España para ponerlas bajo el dominio de la corona española.

La explotación de las minas que se encuentran bajo la ciudad, requería de una gran cantidad de obreros que en ocasiones resultaba bastante difícil reclutarlos, el capturar algunos de ellos y obligarlos al trabajo y a otros más convencerlos por medio de comida y una mínima parte de lo explotado de las minas, se conseguía por parte de los españoles una gran fuerza de trabajo, fue así que mediante la explotación minera y por ser zacatecas paso obligado hacia la colonización del norte del país, atrajo a muchos españoles que sentaron sus reales en esta región generando una gran cantidad de trabajo y con él enormes tesoros que fueron enviados a la corona de España y que a la vez las partes correspondientes a las fortunas personales de los propietarios de las minas zacatecanas quedó también perennemente expuesta en la hermosura clásica y churrigueresca de su sin igual arquitectura, expresión de los artistas cantereros que transformaron en obras de arte la rosa cantera de nuestro suelo.

Este magnífico enclave de gentes, plata y cantera, produjo en el devenir de los años el excelente binomio de cultura y belleza, que resulta sumamente atractivo para el turista exigente el conocer y disfrutar, así como el experimentar  un éxtasis de los cinco sentidos que lo obliga gustosamente a regresar para vivir en el tiempo su  esplendoroso  pasado y el exquisito  y  fino equilibrio  entre ese ayer  y  el modernismo tecnológico de  hoy, impregnados  de ese inconfundible olor  y  sabor  de nostalgia  zacatecana  que  de día  o  de  noche  nos  ofrece  puntualmente bajo cualesquiera  de las estaciones  la magnificencia de su imponente señorío, la  muy  noble  y  leal  ciudad  capital  de  Zacatecas.

La toma de Zacatecas

El primer jefe del ejército constitucionalista, don Venustiano Carranza, giro órdenes a la división del norte, para que marchara sobre Saltillo, Coahuila., iniciando el avance sobre esta plaza el día 11 de mayo  y  el 20 del mismo mes, tomo la plaza al mando de su comandante en jefe; el general francisco villa. Con esa victoria, el norte del país, quedo absolutamente controlado  y  en manos del constitucionalismo.

A  Don Venustiano, no le agradaba el poderío que estaba acumulando el centauro del norte, su prestigio  y  fama de estratega se incrementaba enormemente con las victorias de la división del norte, por eso cuando domingo Arrieta  y  Pánfilo Natera, le aseguraron que podrían tomar zacatecas con los seis mil hombres que tenían, Carranza, a pesar de lo inseguro del proyecto, lo autorizo, pretendiendo restar importancia  a  villa.

Venustiano Carranza ordeno a villa que le enviara a Natera cinco mil hombres de la división del norte, para que fungieran como apoyo de la llamada primera divisó  del  centro, comandada  por  Natera, pero  sin que el propio villa tomara parte en la batalla. el General Villa, experimento uno de sus mayores disgustos y en respuesta a esa disparatada orden, le envió al primer jefe un telegrama el día 12 de junio de 1914, manifestándole que  lo conveniente, era que  él y toda la división  avanzaran sobre la plaza de zacatecas  para asegurar el  éxito; Carranza contesto  negativa  y  tajantemente, reiterándole  su  orden anterior, esto provoco el carácter irascible de villa, empleando  violencia  verbal  en el intercambio de telegramas.

El General Francisco Villa respondió a Carranza que no estaba dispuesto por ningún motivo  a  fraccionar  su  fuerza  para sacrificarla  en una  empresa  mal planeada; incluso le advirtió, que primero  renunciaría  antes que ordenar tal cosa.

El 13 de junio Carranza acepto su renuncia y ordeno a los generales de la división del norte que se reunieran y eligieran un nuevo general  en jefe. Durante todo ese día se cruzaron varios telegramas entre el primer jefe y los generales, produciendo esta inflexibilidad de Carranza, el rompimiento total, los generales de la división del norte, no estaban dispuestos por ningún motivo  a aceptar otro comandante en jefe de la división que no fuera el General Villa, y acusaron a Carranza de tratar de aplicar medidas impolíticas, anti constitucionalistas y lo que es peor; antipatrióticas, máxime por los riesgoso del momento que se estaba  viviendo en el país y por tener la oportunidad de culminar la lucha armada con el triunfo definitivo de la revolución, solidarizándose con su comandante en jefe  de la división del norte, el General Francisco Villa, para el efecto, firmaron un documento los siguientes generales: Maclovio Herrera, Máximo García, Felipe Ángeles, Mateo Almanza, Tomas Urbina, Trinidad Rodríguez, José Isabel Robles, Martiniano Servín, Eugenio Aguirre Benavides, Orestes Pereyra, Toribio Ortega, Rosalio Hernández y  Severiano Ceniceros. Carranza interpreto este acto como una insubordinación colectiva y como  sabía que el autor del mensaje en cuestión era el General Ángeles, ordeno su destitución  inmediata  como subsecretario de guerra, argumentando y acusándolo de ser  indigno  de la confianza puesta en él. Villa, Ángeles y sus demás Generales hicieron caso omiso de esta disposición  y  ordenaron  el avance  sobre  zacatecas.

Mientras esto sucedía, obedeciendo las ordenes de Carranza, desde el día 10  de junio, el General Pánfilo Natera  ataco  zacatecas, creyendo seguramente que no le sería muy difícil tomar la plaza en ausencia de Villa, pero desgraciadamente no consigue resultados favorables en el combate contra los federales y es rechazado el día 12 y el 13 su situación era ya insostenible, el apoyo y los auxilios que espera, no pueden llegar en virtud  de que las vías férreas presentan graves destrozos en muchos puntos infligidos por el enemigo y la división del norte avanza dificultosamente pues tiene que venir reparándolas.

18 trenes  militares, constituían el medio de desplazamiento de la división del norte, su fuerza  era impresionante; estaba compuesta por las brigadas encabezadas por: Maclovio Herrera, Eugenio Aguirre Benavides, Toribio Ortega, Tomas Urbina, José Rodríguez, Calixto contreras, Orestes  Pereyra, José  Isabel Robles, Miguel González y Trinidad Rodríguez.

La artillería estaba al mando del general Felipe Ángeles, con 39 piezas y a las órdenes de Federico Cervantes, Manuel García Santibáñez  y  Gustavo Bazán.

Los efectivos de las fuerzas  revolucionarias superaban los  20,000  hombres.

La guarnición federal contaba con 10  piezas de artillería y algo más de 2,000 hombres, al mando del General de División Luis Medina Barrón, la Secretaria de guerra  ordeno  al general de División Antonio G. Olea que con los  3,000  hombres que tenía en san Luis potosí, marchara de inmediato a zacatecas, logrando con esto un efectivo de 5,000 hombres a las órdenes de Medina Barrón, como comandante en jefe, de los generales  Antonio olea, Jacinto Guerra, Víctor Montes, J. Soberanes, Jacobo Harrotian (armenio nacionalizado mexicano)  y  de Benjamín Argumedo.

Los  federales  esperaban los refuerzos del general Pascual Orozco  con  4,500  hombres  y  al  General Miguel Ruelas con 3,000 hombres, que formaban parte de la guarnición de Aguascalientes, estos efectivos no llegaron oportunamente para auxiliar a las fuerzas  federales.

Las elevaciones topográficas y lo intrincado de la forma en que discurre la ciudad siguiendo el cauce del arroyo de la plata, lo entreverado de sus calles y callejones, dificulta y facilita según sea el caso y las tácticas empleadas, fueron un factor importante en el desarrollo del combate, asimismo, la superioridad numérica de las fuerzas rebeldes fue determinante, su alta moral por las victorias obtenidas en el norte del país, la magnífica coordinación de fuego y movimiento de su infantería y artillería con sus fuegos precisos apoyando el avance y facilitando los desplazamientos de los dragones de caballería, constituyeron la eficacia del arte de la guerra, pues aunque las fuerzas federales integradas por un número reducido en comparación de la abrumadora mayoría de los revolucionarios, sus trabajos de preparación del terreno en una posición defensiva  fuertemente organizada, les permitió permanecer combatiendo ferozmente durante tres días con sus noches, en una de las batallas más memorables de la revolución mexicana.

En el parte que le rindió Pánfilo Natera a Carranza el 29 de junio de 1914, menciona 4,837  muertos  faltando todavía de levantar gran parte del campo de batalla.

En entrevista que le hiciera el periódico “el imparcial” de fecha 26 de junio de 1914 al General Villa, este informa que aproximadamente hubo 4,000 muertos y 2,000 heridos, que el combate duro cuatro días y que los federales resistieron con gran energía, que para reabastecer a sus tropas, encontró  muy escasas  provisiones  en la ciudad.

En la toma de zacatecas, como en muchas otras de la revolución, quedo demostrado como factor decisivo el empleo magistral de la artillería, las bocas de fuego de las baterías del General Ángeles, fueron determinantes para el triunfo de los revolucionarios.

Las bajas federales fueron cuantiosas. La guarnición de la plaza fue prácticamente aniquilada, solamente pequeños grupos lograron escapar hacia Aguascalientes.

Ciudad minera por excelencia desde la época colonial, zacatecas se convirtió durante la revolución en el centro estratégico militar para las acciones de guerra entre el ejército federal y el constitucionalista, logrando este último el 13 de agosto de 1914, la rendición incondicional del huertismo en la capital de la república. 

Diego Varela de León. “Libre pensador, amante de la música, la lectura y el deporte”.


 
 

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