La clase política en Zacatecas entró a un intenso proceso de recomposición y reacomodo, producto de la lucha por el control del poder público, asociado a las elecciones concurrentes de junio próximo, en donde el desenlace de la sucesión presidencial 2024 será factor determinante. Los acontecimientos locales y nacionales recientes están vinculados a ese objetivo de construir los necesarios acuerdos de gobernabilidad para la transición, así como para conjurar las probables rebeliones regionales.

En ese contexto está inscrita la visita relámpago de López Obrador a Zacatecas, este domingo 21 de enero, para evaluar “los programas del bienestar”, gira que se realizó coincidentemente con el acto de declaratoria de Claudia Sheinbaum, en la Cdmx, como la candidata de unidad a la presidencia de la República, por el Partido gobernante.

Con mucha visión estratégica, mientras Claudia era ungida en la capital del país como candidata presidencial por MORENA, López Obrador visitaba por su parte, este fin de semana, varias entidades del país, entre ellas Zacatecas, para diagnosticar el ánimo ciudadano, pero también para pulsar el comportamiento de las élites y la clase política, con la finalidad de saber cómo actuar en prospectiva ante posibles imponderables.

En Zacatecas, por ejemplo, el acto de evaluación de los programas del bienestar encabezado este domingo, por el presidente Andrés Manuel López Obrador, mostró no sólo una renovada logística en la organización, sino también de nuevos invitados en el presídium, diferentes a los que estuvieron presentes de manera hegemónica los cinco años anteriores.

Algo similar sucedió días anteriores, en el acto de cierre de precampaña de Claudia Sheinbaum, en el monumento a La Revolución, en el que sólo dos zacatecanos figuraron arriba en el templete de invitados especiales: Ricardo Monreal y Geovanna Bañuelos, esta última integrante de la mesa de construcción de acuerdos para la nominación de candidatos al Congreso de la Unión, por parte de Morena y Aliados. Todos los demás, estuvieron virtualmente en “gayola” siendo testigos de ese acontecimiento histórico.

Pero hubo otro personaje zacatecano, un tercero, que bien pudo haber ocupar un lugar privilegiado entre los invitados especiales, pero que ha decidido actuar con absoluta prudencia. El es Alfonso Ramírez Cuéllar, originario de Río Grande, amigo muy cercano a Sheinbaum, a quien la candidata presidencial le ha asignado tareas extraordinarias de operación política.  

Es claro que el tablero de la participación política en Zacatecas está en proceso natural de reacomodo y recomposición. Nuevos actores se han incorporado de manera gradual e incluso en ocasiones de manera imperceptible.

En particular, Claudia Sheinbaum ha sido declarada oficialmente por su Partido, candidata de unidad a la presidencia de la República, en momentos en que las corrientes de opinión le otorgan hasta más de dos dígitos de ventaja, en relación a su más cercana competidora.

Asimismo, ha sido postulada Claudia Sheinbaum como candidata a la presidencia en un escenario de sólida unidad, propuesta a la que se han sumado el mismo Marcelo Ebrard, al igual que Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña.

Pero no solamente eso. Los representantes de los mercados económicos (internacional y nacional) han dicho también que Claudia es la que garantiza una transición tersa con estabilidad y gobernabilidad.

De esta forma, Claudia se consolida como la candidata más fuerte para convertirse en la primera mujer presidenta de México.

Mientras esto pasa, la clase política en Zacatecas experimenta un notable e interesante proceso de recomposición.

 

JORGE ÁLVEREZ Y LA CLASE POLITICA:

 

El nombramiento de Jorge Álvarez Máynez, como candidato presidencial por MC, debe entenderse como parte de ese proceso de recomposición de la clase política zacatecana, que ha sabido trascender en los horizontes de la vida nacional, con inteligencia y talento.

Es indudable que, desde su trinchera, el brillante joven maestro Jorge Álvarez aportará su esfuerzo al debate por una mejor democracia en México. Hacía tiempo que un zacatecano no trascendía a esos niveles.

Por razones de nobleza y ética, la clase política zacatecana, desde la pluralidad, tendrá que reconocer (más allá de miserias humanas) la proyección nacional de Jorge Álvarez Máynez, lo que no implica ningún otro compromiso.  


 
 

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