Anna Delvey, la supuesta heredera alemana, estafó a Billy McFarland, el fundador del Fyre Festival que fue acusado del mismo delito que ella.

Uno de los estrenos más comentados de Netflix en los últimos días es el de la miniserie ‘Inventing Anna’, protagonizada por Julia Garner y la cual nos cuenta la historia de Anna Delvey, una socialité y supuesta heredera alemana que estafó a bancos, hoteles y personas más ricas de Nueva York.

Como ya les contamos anteriormente, la historia de Anna Delvey es real y el mundo la supo gracias a Jessica Pressler, una periodista que publicó en el New York Magazine un artículo titulado ‘Maybe She Had So Much Money She Just Lost Track of It’ donde detallaba cómo Delvery logró colarse a las altas esferas de Nueva York.

Hoteles de lujo, viajes, cenas en restaurantes carísimos, ropa de marca y más cosas son las que Anna Sorokin pudo disfrutar al codearse con la crema y nata de dicha ciudad estadounidense gracias a una serie de estafas que hizo a amigos, conocidos e incluso algunos bancos a los que pedía prestamos de miles (o millones) de dólares.


Con el pretexto de que era una heredera alemana (cuando en realidad fue una mujer rusa de clase media criada en Alemania), nunca nadie sospechó cuando a Anna no le funcionaban las tarjetas de crédito o pedía dinero prestado con la promesa de pagar después el efectivo. Así fue cómo le sacó provecho a todo aquel que se cruzó en su camino.

En la serie podemos ver cómo amigos, abogados, banqueros, empresarios y más personas perdieron miles de dólares tras convivir con Anna Delvey, quien de alguna forma terminaba abusando de su confianza. Uno de ellos fue Billy McFarland, un sujeto que irónicamente también se hizo famoso en todo el mundo por el delito de fraude.

Seguramente el nombre de este sujeto les suena y no es para menos. Se trata del fundador del Fyre Festival, un evento de música que se realizó en el 2017 y el cual prometió ser una fiesta exclusiva llena de famosos e influencers que se reunirían en una isla en las Bahamas que supuestamente le había pertenecido a Pablo Escobar.

El evento se creó con la intención de ser la competencia directa de Coachella y ofrecía un fin de semana lleno de bandas en vivo, una hermosa vista al mar, alojamiento cinco estrellas tipo camping, comida gourmet y fiestas privadas a bordo de yates donde estarían algunas celebridades e infuencers como Kendall Jenner y Emily Ratajkowski, quienes además promocionaron el evento.

Sin embargo, los asistieron al Fyre Festival –que McFarland creó junto al rapero Ja Rule– sólo encontraron casas de campaña con colchones mojados, sándwiches con dos rebanadas de queso, bandas canceladas, falta de agua, energía eléctrica y la imposibilidad de regresar a casa durante un buen rato.