¿Alguna vez les han preguntado si son mujeres feministas y no saben que responder?, la primera vez que me lo preguntaron no estaba segura de la respuesta correcta o si la había, pero ¿por qué nos da miedo decir; si, soy feminista?. El feminismo pareciera ser lo opuesto al machismo, quien podría sentirse identificado con la opresión del prójimo.

 


El feminismo planteado desde esa perspectiva, por supuesto que no me representa, pero esa es una idea errónea de la esencia de lo que verdaderamente significa ser feminista. Las ideas alrededor de esta corriente se han llevado a extremos equiparándolo incluso al nazismo y denominando a las mujeres “feminazis”.

 


Aunado a lo anterior, han convertido al feminismo en una lucha contra los hombres, esta postura tampoco es correcta, la esencia de este movimiento no se encuentra en un enfrascamiento de una lucha de hombres contra mujeres, al contrario, se cuestionan patrones sociales que hacen daño tanto a hombres como a mujeres.

 


A este punto de la lectura, deben de preguntarse entonces, ¿qué sí es el feminismo?, ¿cómo saber si este movimiento tiene que ver conmigo?, pues solo ser mujeres no nos convierte en feministas, tiene que ver con una serie de ideologías sobre lo que buscamos en nuestro presente y cómo queremos dirigir el futuro para nosotras, así como para las nuevas generaciones.

 


Antes de tener mi respuesta sobre si era feminista, me hice una serie de cuestionamientos, pues desde hace tiempo comencé a sentirme identificada con la indignación a las injusticias, quien de nosotras al enterarse que alguna amiga, hermana, hija, sobrina o cualquier mujer se encontraba en medio de una relación violenta sentía enojo, y se llenaba de ese deseo de ser un soporte para ellas de alguna manera.

 


¿A quién de nosotras no se ha nos ha enchinado la piel al leer una noticia en donde han asesinado a una niña?, por el único motivo de ser mujer, yo me he llenado de indignación y frustración al saber que esto no para, que 11 mujeres al día son asesinadas en nuestro país por motivo de su género.

 


Por otro lado, quien de nosotras no ha impulsado de alguna manera a alguna amiga, hermana, sobrina, compañera a buscar un nuevo empleo, a aventurarse en algún puesto, a alentarles y decirles que son capaces de emprender algún nuevo negocio, empoderarnos unas con otras a buscando autonomía económica e independencia financiera para volar tan lejos como queramos y ser libres sin ningún tipo de atadura.

 


Empoderarnos unas a otras, fue uno de los principales motivos para adentrarme en el mundo del feminismo y preguntarme si acaso yo era feminista, comencé a creer en mi y en mis capacidades para poder crear grupos de trabajo constituidos por mujeres, sin esa idea de rivalidad, al contrario, mi objetivo era apoyarnos, sostenernos, entendernos y estar en puestos de tomas de decisiones.

Todo esto que se ha descrito en los párrafos anterior es la esencia del feminismo, encontrar equilibrios entre hombres y mujeres, igualdad de oportunidades, erradicar la violencia que se ejerce contra nosotras, esta es la perspectiva que se han empeñado que no veamos, haciendo mala fama con palabras tan fuertes como “feminazis”.

 


Fue así como una noche me cuestioné todo esto, fue así como desperté siendo feminista y comencé a entender que tenemos que trabajar duro para lograr la igualdad, para no dejarnos invadir por todo lo que se dice del feminismo y tomar la bandera sin miedo, sin vergüenza, por que no hay nada de malo en luchar, empoderarnos para estar en la vida pública, política, económica, deportiva, etc.