Claudia S. Corichi García

 

El 1° de mayo, se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores como un homenaje a los Mártires de Chicago, Estados Unidos y como una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores entre los que destacaban la reducción de la jornada laboral a 8 horas, la reglamentación del trabajo femenil, la desaparición del trabajo infantil, la indemnización por accidentes laborales, así como condiciones dignas y seguras de trabajo y el descanso dominical.

En México, durante la Revolución Mexicana, la Casa del Obrero Mundial, unificó a varias organizaciones obreras que decidieron conmemorarlo públicamente a partir de 1913, lo que dio lugar a la incorporación de los derechos sociales en la Constitución Mexicana de 1917.

A lo largo de los años, se han logrado varios avances en materia laboral en nuestro país que han quedado plasmados en el artículo 123 de la Constitución, para que   los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo tenga una jornada máxima de 8 horas diarias; jornada máxima de 7 horas para el trabajo nocturno; se prohíbe la utilización del trabajo de los menores de 15 años; protección especial para la trabajadora embarazada; a trabajo igual debe corresponder salario igual, sin considerar sexo ni nacionalidad; entre otros derechos que aún faltan para que se dé su debido cumplimiento en la vida cotidiana.

La desigualdad laboral atraviesa diversos factores, pero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos aporta cifras que evidencian una brecha entre los ingresos percibidos entre las mujeres y hombres en este país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) en 2018, el ingreso promedio trimestral monetario para las mujeres en nuestro país fue de 13,595 pesos y para los hombres de 21,962 pesos, registrándose una brecha salarial de 8,367 pesos y registrándose la mayor brecha salarial en desventaja para las mujeres en el grupo de edad de 50 a 59 años.

En las entidades federativas esto se reproduce en diferentes dimensiones. De acuerdo con cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, al mes de marzo 2021, en Zacatecas están dados de alta en promedio 187,851 personas en el Instituto Mexicano del Seguro Social, de las cuales 69,565 son mujeres y 118,286 hombres, es decir, que dentro del trabajo formal el 63% lo ocupan los hombres y sin duda la mayor parte de los trabajos informales son para las mujeres, esto sin considerar que las cifras del empleo formal en todo el país a partir del covi-19 ha disminuido.

En la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT) de 2019, se informa que destinó a nivel nacional el 49.4% del tiempo total de trabajo a la semana de la población de 12 años y más, al trabajo no remunerado de los hogares, el 2.8% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar y 47.9% al trabajo para el mercado, es decir, del tiempo total de trabajo a la semana, prácticamente 5 de cada 10 horas contribuyen a la economía del país sin que medie pago alguno por ello. Por su parte, Zacatecas encabeza a las entidades con las mayores brechas en desventaja hacia las mujeres en el tiempo de trabajo a la semana con 12.2 horas, cuando la media del país es de 6.2 horas.

Históricamente, las posiciones directivas y de liderazgo, así como las remuneraciones altas tanto en el sector público como privado se han otorgado a los hombres y mientras más alta es la escolaridad, la brecha se acentúa. Los datos del INEGI explican que mujeres con primaria completa perciben $5,188 menos que los hombres, pero con posgrado completo o incompleto la brecha alcanza a ser de $47,518 menos. 

A 108 años de que inició la conmemoración de esta fecha en México, es imperante que las condiciones de igualdad se den en el ámbito laboral y en la repartición de actividades del hogar y en los cuidados para mujeres y hombres y que no sean sólo letra muerta en nuestra Ley Suprema.