Un enfermo en fase terminal debe ser tratado como un ser humano integral atendiendo todos sus aspectos, existe una rama de la medicina que reconoce y atiende esas necesidades la medicina  Paliativa o los Cuidados Paliativos, estos son los cuidados totales e integrales que tienen en cuenta los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, que se le proporcionan un  paciente con una enfermedad en fase avanzada y progresiva, potencialmente mortal a corto plazo (pronóstico de vida inferior a 6 meses) y que ya no responde al tratamiento curativo.

Como parte de los Cuidados Paliativos se encuentran los Cuidados Espirituales, que tienen una gran labor, ayudar al enfermo a identificar los valores y creencias que dan sentido al ser humano especialmente en el momento que se encuentra más vulnerable.

La espiritualidad nunca debe ser confundida con religión ya que esta involucra la consciencia de un poder superior y una relación de armonía paz y tranquilidad mientras que la religión involucra prácticas en un dogma determinado.

El apoyo espiritual consiste en ayudar al enfermo a conseguir el equilibrio a través de sus creencias, recibir consuelo, fuerza y esperanza, atender sus necesidades más profundas mediante el dialogo y la compasión. Se pueden concretar cinco necesidades que pueden aportar descanso y aliento en esta etapa.

1.-Necesidad de ser reconocido como persona

El enfermo debe ser reconocido como un ser integral siendo respetada su dignidad en todo momento, la enfermedad supone una perdida de sus antiguos roles o funciones que antes desempeñaba por lo que muchas veces tiene la sensación de ser solo un número o una enfermedad, pero el enfermo tiene un nombre, una historia y una familia, por ello tiene la necesidad de ser reconocido como persona.

2.-Necesidad de releer su vida

La enfermedad y cercanía a la muerte hace que la persona quiere hablar de su vida y recordar momentos tristes o alegres, acontecimientos vividos, todo esto puede ayudar a cerrar su ciclo vital con un balance positivo.

3.- Necesidad de reconciliarse

Esta necesidad se expresa como “poner en orden sus asuntos” atendiendo a la necesidad de reconciliación con situaciones o personas y que pudieran causar inquietud o desasosiego. Para afrontar la muerte de una manera apacible y serena es necesario recibir el perdón de los otros, de perdonar o de perdonarse a sí mismo.

4.- Necesidad de dar y recibir amor

El ser humano por naturaleza esta inclinado a relacionarse, tiene necesidad de amar y sentirse amado. La enfermedad lleva un sentimiento de soledad y también puede ser ocasión de descubrir la necesidad que tenemos de los demás y de valorar esta relación y esta presencia. Ser amado al final de la vida es sentirse aceptado tal cual es a pesar de la situación en que se encuentra, así como tener oportunidad de expresar sentimientos y ser bien recibidos y valorados por las personas cercanas.

5.- Necesidad de encontrar sentido a su existencia

 La cercanía de la muerte coloca a cada uno frente a lo esencial.  El enfermo plantea identificar y rectificar las decisiones y orientaciones fundamentales, encontrarle un sentido a su vida, incluso al sufrimiento. El sentido encontrado frente a la muerte vuelve a dar sentido a la vida.

Es de suma impor­tancia el tener en cuenta esta dimensión por sus repercusiones en el bienestar y calidad de vida en general.