El duelo anticipado es un proceso que las personas afrontan antes de que un ser querido fallezca, es cuando existe una advertencia que nos hace pensar el posible desenlace, por esta razón se puede ir viviendo o hablar de un duelo anticipado.
La razón más común por la que se da un duelo anticipado es cuando existe una enfermedad cuyo pronóstico de vida es desfavorable y los médicos tratantes han informado a la familia sobre su situación, existe también el caso de familias que cuidan a un enfermo con una enfermedad crónica o degenerativa y van viendo el deterioro que sufre día a día, en consecuencia, esto los hace ponerse en contacto con algunos aspectos de la pérdida antes de que esta realmente se produzca.
Existe otro supuesto donde se puede pensar en un duelo anticipado, es cuando ocurre la desaparición de un ser querido por privación de la libertad o actos violentos, aunque no se tenga la certeza de que la persona ha fallecido es posible que los familiares y amigos tengan tiempo para prepararse antes de conocer la lamentable noticia.
Cualquiera que sea el caso esto puede restar impacto a la muerte en sí, también brinda la posibilidad de que los dolientes reciban acompañamiento en el proceso por parte de familiares y amigos cercanos, en muchos casos tendrán la posibilidad de recibir apoyo por parte de profesionales como psicólogos, tanatólogos, médicos paliativistas, o cualquier persona que este presente con cercanía y sensibilidad y sea capaz de poder ayudara a organizar la experiencia y apoyar a gestionar el dolor.
Por ser un hecho que aún no se produce siempre existirá una esperanza de recuperación o de recibir la buena noticia de que la persona aparezca con vida, por lo tanto, no se puede hablar de un proceso de duelo completamente elaborado.
Como es bien sabido no se puede comparar un duelo con ningún otro, ni existe un proceso semejante incluso en los miembros de una misma familia, podemos categorizarlos u organizarlos los duelos según su tipo, pero la experiencia siempre será única, nunca sabremos qué impacto y cual será la huella de dolor que marque al doliente hasta que el fallecimiento se confronte como tal.
Nuestra principal tarea siempre será llegar a la aceptación para de ahí partir a un estado de comprensión, ser autocompasivos y tolerantes con el proceso que estamos viviendo, ser capaces de recibir ayuda, muestras de cariño y comprensión por parte de nuestro entorno, lo que posiblemente pueda atenuar el momento adverso que la vida nos está presentando.