La renovación reciente de la dirigencia del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), acontecimiento en el que resultó triunfadora incuestionable la maestra Jenny González, se convirtió de facto en un proceso histórico, en referente de prácticas ejemplares y en un hecho de educación política que debe reivindicarse cotidianamente.

Esta elección es inédita por varias razones fundamentales: 1).-Surgió electa, con toda la legitimidad y legitimación, la primera mujer dirigente de los académicos de la Máxima Casa de Estudios; 2).-Se resolvió el proceso civilizadamente, no obstante los cerrados resultados; 3).-Las fuerzas políticas universitarias se comportaron con madurez y prudencia; 4).-Triunfa la democracia sindical;  5).-Se da solidez a la gobernabilidad de la UAZ, en un contexto de pluralidad, en donde ojalá se favorezca la construcción de un nuevo paradigma de educación superior que sirva a Zacatecas y a su desarrollo; y 6).-Se abre un horizonte de reacomodos y creación de nuevos consensos al interior de esta institución.

Arriba la maestra Jenny González como dirigente de los académicos universitarios, en una etapa de transición nacional, de grandes desafíos para las Universidades públicas del país, cuando se discuten sus contratos colectivos laborales y en donde, incluso, se ha llegado a poner en la mesa del debate la importancia de la AUTONOMIA, como una de las grandes conquistas de la educación superior en México.

La nueva dirigente llega arropada por una sólida tradición progresista de lucha sindical (personal, familiar y colectiva) y el respaldo de un bloque de fuerzas plurales que la condujeron a su triunfo. Esta es su fortaleza que debe aprovechar para construir alianzas y puentes para que la UAZ se erija como un ejemplo nacional.

El triunfo de Jenny González es, por otra parte, fuente de estudios y reflexiones académicas, de cómo en una lucha de pronósticos reservados (remando contra corriente), es que finalmente llega a la conquista legitimada del SPAUAZ.

Los resultados igualmente cuestionan a quienes sin cuidados de formas (con evidente falta de oficio) pretendieron desde la administración pública centralizada estatal, sesgar el desenlace de la elección a favor personal y de sus expresiones políticas, tal vez sin que sus superiores jerárquicos lo hayan solicitado. Esos quedaron en evidencia y otros más en ridículo.

Por otra parte, esta experiencia extraordinariamente rica plantea una buena ruta para revisar, estudiar y analizar el contexto actual en que se encuentra, por una parte, el sindicalismo universitario, y, por otra, el sindicalismo mexicano en general.

A comienzos de la década de los ochenta del siglo XX, la tasa de sindicalización de trabajadores en relación con la Población Económica Activa (PEA) era superior al 24 por ciento. Ahora a inicios del 2023, ese indicador es inferior al 10%, lo que revela la drástica caída de la influencia de los sindicatos en la vida política, económica y social del país.

Las naciones integrantes de la Unión Europea registran en promedio una tasa de sindicalización superior al 24%, aunque hay países como Dinamarca, Finlandia u Holanda, con una cifra mayor al 60%; en Estados Unidos de Norteamérica es del 13 por ciento.

Para muchos especialistas estudiosos del tema, los sindicatos en México se encuentran en ruinas, reducidos a escombros, con poca posibilidad de ser un efectivo espacio de defensa de los derechos de los trabajadores y menos aún para constituirse en un factor de equilibrio en la estructura económica y productiva de la Nación.

Pero es evidente que los sindicatos auténticos cumplan una función relevante en la división del trabajo, para elevar su producción y productividad, para defender los intereses de los trabajadores y para generar justicia, equidad e igualdad.

 

ESTADOS CON MAYOR SINDICALIZACIÓN:

 

En la República, las entidades con mayor número de sindicalizados en el sector privado son el Distrito Federal (con un millón 371 mil, 791 trabajadores), Nuevo León (99 mil 551), Estado de México (112,591), Veracruz 82, 050) y Jalisco (62,468).

En cambio, los Estados con menor tasa de sindicalización son Quintana Roo, Colima, Baja California Sur, Nayarit y Zacatecas. Los sindicatos son, para muchas empresas maquiladoras, un obstáculo para su creación.

 

            SPAUAZ, EJEMPLO.

 

            Es claro que la elección de la dirigencia del SPAUAZ se convirtió en un ejemplo local y nacional. Ahora vendrá lo más trascendente: proteger las grandes conquistas laborales de los académicos universitarios, ante la tentación de reducirlas.