Y ya en plenas elecciones que definirán el rumbo de México, estamos en la total incertidumbre.

Que si Félix Salgado Macedonio en Guerrero, que si Raúl Morón Orozco en Michoacán, que Layda Sansores en Campeche, nada está definido.

Según todas las encuestas – menos las del INE – muestran una apabullante victoria de Morena.

Como se cuestionaba Porfirio Díaz ¿estamos preparados para la democracia?

La bolita está en el aire, recorren todo el país camiones cargados con despensas de los partidos de la oposición, del PRI del PAN del PRD, la economía se impulsa con raquíticas despensas de $150 pesos, el motor del cambio, o el aceite de la maquinaria.

Cuando un candidato y son miles, “invierte” $150 pesos por ciudadano, espera mínimo recibir 1000 veces ROBADO del erario, los intereses de su “inversión”.

Por cada despensa que reciba un ciudadano y venda su voto, ese candidato recibirá $15 millones de pesos, eso sigue siendo muy atractivo, aun cuando puede arriesgarse a ir a la cárcel, costo/beneficio.

Se habla más de 15 millones de despensas a repartir con tal de vencer al imparable Morena.

Ahora ya es delito con pena privativa de la libertad el hacer fraude en los procesos de elecciones de candidatos, pero ¿el presidente tendrá la capacidad para poder acusar a cientos de miles de delincuentes electorales?

¿La Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), tendrá capacidad para manejar tantos expedientes de delincuentes electorales? A eso precisamente le apuestan los partidos de la oposición, sin miedo, sin temor a ser apresados o procesados.

Mientras tanto, en el INE, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, fijan la mira en Morena, en sus candidatos, en el presidente de la república y con la otra mano dan el banderazo de arranque a los gobernadores para que salgan a la calle a hacer difusión de logros de sus gobiernos; no todos los gobernadores y no todos tienen logros.

 

En la cámara de diputados desde enero está la terrible amenaza que no espanta a nadie, de desaforar a los delincuentes electorales que trabajan para el instituto electoral, a los “árbitros vendidos”, los cuales saben perfectamente que la “mafia del poder” en México, no los dejará solos, siempre y cuando sirvan su encargo de proteger los fraudes electorales.

Diputados y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, paralizados, por no saber que hacer para acabar de una buena vez con la corrupción en las elecciones.

En el caso de Félix Salgado Macedonio, hasta Salinas y Diego Fernández de Cevallos, conocen los riesgos para este gobierno y los futuros, ya que es un polvorín nacional, si esto prende se difuminará como reguero por todo el país, los exgobernantes, pueden jugar con todo, robar, saquear y asesinar, pero no pueden permitir que se levante un pueblo, menos el estado de Guerrero.

El Tribunal Electoral, apanicado e invadido por la corrupción que enloda al 97% de los jueces del Poder Judicial, tiene miedo, saben lo que tiene que hacer, pero mejor le regresa la pelota a Lorenzo Córdova, pero los magistrados deben decidir, ¿serán estos magistrados responsables de encender al país? más vale que lo piensen 100 veces, eso nadie lo para.

Por último y lo más importante, o estos Legisladores vuelven a lo que dice la constitución en México, respecto a la existencia de los tres poderes de la nación; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, o los funcionarios del INE seguirán ordenando, haciendo leyes y sentenciando por encargo, es una majadería para la democracia y me temo que “El Tigre” muy pronto, no se los permitirá.

Aseguro que Porfirio Díaz tenía toda la boca llena de razón; no estamos listos para la democracia, necesitamos un buen árbitro electoral.

Por el bien de México; por primera vez en su historia, las elecciones sin fraude del Instituto Electoral.