Supongamos que en México la Coca Cola puede producir 89 millones de refrescos anualmente y que solo se demandan 46 millones, producción de sobra.

El gobierno les exige a todas las demás refresqueras extranjeras que le vendan a Coca Cola su producción de refresco “saludable” como Pepsi Cola, etc.

El trato exigido es que Coca Cola tiene que embotellar el refresco de los otros y distribuirlo por todo México gratis para los clientes y realizar la cobranza.

Una refresquera le entrega en el desierto de Sonora su refresco líquido y Coca Cola tiene que poner una planta de embotellado en ese desierto y montar infraestructura para poderlo distribuir desde Ensenada hasta Cancún.

Todas las refresqueras (menos Coca Cola) cuentan con la gran ventaja de que no les cobran las casetas de las carreteras particulares, se las paga el gobierno para que entreguen su líquido en donde quieran y muchos otros beneficios de este tipo.

Otra refresquera decide irse a la zona más lejana del país en donde hay mucha agua y ahí fabricar su líquido, nuevamente Coca Cola está obligada a construir infraestructura en esa zona y embotellar, distribuir y cobrar el refresco por todo el país, todo gratis.

Coca Cola deja de invertir en sus propias plantas y solo gasta en crear infraestructura para distribuir el refresco de las otras compañías.

Coca Cola a lo largo de los años ya ha gastado $420 mil millones de pesos en obras para poder atender a las otras refresqueras.

Coca Cola ha sido obligada a vender primero los refrescos de su competencia y si queda mercado puede vender Coca Cola.

Los funcionarios de Coca Cola se han ido a trabajar con las otras refresqueras por lo que conocen bien esta empresa.

El precio al que Coca Cola debe vender el refresco es el “precio más caro de su propia producción”, o sea que los clientes compran al precio más caro los refrescos “limpios”.

El gobierno le exige a Coca Cola que para los asociados de las refresqueras no cobre los refrescos, solo los envase y los distribuya por todo el país gratis.

Las refresqueras lanzan la oferta para tener 70,000 asociados con acciones de un dólar, por 1 dólar 70 mil empresas con todas sus sucursales, estas pueden tener refresco a la puerta gratis, pagado por Coca Cola.

Las refresqueras en su contabilidad dicen que casi no les cuesta el refresco por lo que aparte de no pagar impuestos, pueden proveer de refresco “limpio”, empresas “muy limpias”, muy barato.

Estas refresqueras reportan utilidades que ninguna refresquera tiene en el mundo, cientos de miles de millones de dólares, subsidiado por Coca Cola en México.

Los accionistas de Coca Cola piden que se implemente un parlamento abierto para permitirle discutir y cambiar este marco normativo impuesto por los expresidentes de Coca Cola y poder abrir a la libre competencia el sector refresquero.

Los ex presidentes de Coca Cola dicen que se atenta contra los “refrescos limpios” que se distribuyen muy “baratos” en México.

Este caso es real, solo cambie el Coca Cola por CFE, las refresqueras por compañías de energías extranjeras, refrescos por energía eléctrica, y las cifras por Mega Watts, y expresidentes, por expresidentes.

CFE genera 20% de energía limpia y las otras 7%, ¿quién es la empresa limpia?

Empresas “limpias”, contratos sucios.

¿Y su refresco de que lo quieren?