Sin duda desde la antigüedad, la seguridad fue una de las preocupaciones más preponderantes en la vida del ser humano, la sociedad y el mismo estado, con independencia de cualquier condición, tipo y forma respectivamente, es decir es de manera esencial el factor sine qua non (sin la cual no) de la vida misma, la cual le permite al hombre y la sociedad pensar y materializar sus anhelos y pretensiones, y al estado el de cumplir con sus fines axiológicos, pues facilita controlara y reducir las causas y factores de los peligros, riesgos y condiciones que afectan y amenazan su existencia, salud y bienestar y por ende propicia esa tranquilidad, armonía y paz social, mismas que son indispensables para la convivencia social y vida en comunidad.

Ahora bien nuestra realidad cotidiana, que es lo concreto, nos muestra que en todo el orbe la conflictividad y la violencia se extendieron vertiginosamente desde el pasado a nuestros tiempos aun y cuando se supone somos los depositarios de las conquistas de la misma humanidad en materia de derechos humanos universales y gobiernos más democráticos, y por lo cual se debería suponer que la criminalidad no ganara terreno en la inseguridad, por lo cual nos deberíamos de plantear la pregunta ¿si es acaso que entre más derechos sociales se vuelve más recalcitrante el tema de la violencia? y la respuesta en sentido común es que no, sino más bien el planteamiento es orientado a como se hacen valer esos derechos enmarcados indudablemente en valores esenciales, pues el ser humano es un ser gregario donde la realidad es sin duda un concepto omnicomprensivo y al mismo tiempo dinámico, pues el hombre está en la realidad que le fue dada, pero su acción individual y colectiva la transforma y reconstruye.

Y es aquí donde la criminología en conjunto con otras ciencias existen para identificar y analizar científicamente el fenómeno social de la criminalidad y los comportamientos individuales y disconformes, que sin duda derivan de la conflictividad violenta, pues la criminología determina sus causas y factores, con la finalidad de proporcionar herramientas científicas con las que sea posible diseñar políticas criminológicas eficientes y eficaces en aras de prevenir, reducir, controlar y sancionar las conductas lesivas y por ende intervenir positivamente en el infractor, la víctima y el control social. La criminología no debe ser un instrumento en función del poder punitivo sino de poder preventivo, en la cual se busque establecer las causas y factores, pues la criminalidad en si no está instaurada en el individuo y la sociedad, sino más bien en la existencia de estructuras inicuas, estructuras sociales excluyentes, estructuras políticas arbitrarias y estructuras culturales segregacionistas instauradas por el poder arbitrario, en las cuales sin duda fue el caldo de cultivo para el crecimiento de la criminalización que sin duda, ni temor a la equivocación devienen del pasado y para muestras podemos citar cientos de botones que no nos alcanzaría el presente esbozo en una realidad palpable y constatable de que en el pasado la guerra contra el narco solo dejo además de una herencia maldita, una realidad en cuestión criminal que fueron los cientos de muertos que represento el costo social de coexistir en medio de la conflictividad, la violencia, la criminalidad e inseguridad que aún existen y permanecen en nuestros días en los niveles sociales estructurales y conductuales de ese pasado que fue un bache en nuestro país que nos está costando mucho salir de él por lo arraigado del problema

Por ello en nuestros días la criminología como ciencia ya no es un discurso sin recursos y menos legitimadora del poder penal como en épocas pretéritas, hoy en uno de los principales ejes del actual gobierno federal, al unísono con los gobiernos estatales y municipales de nuestro país, es el de atender las causas, y es mediante la criminología que los criminólogos en conjunto con otros profesionales (psicólogos, médicos, abogados, trabajadores sociales, sociólogos, antropólogos, maestros, etc.) abordan la fenomenología de la criminalidad de un modo especializado sin merma de la perspectiva general por tratarse de una ciencia holística e integradora concentrándose en un espacio intelectual concreto y especifico que beneficie la profundidad cognitiva y la certeza de las recomendaciones en torno de los hallazgos encontrados derivador del estudio e intervención criminológica, y obviamente en este tema de atención a las causas, lo vuelvo a reiterar que no se remite solo a un tema de atención e intervención de las instituciones encargadas de tal fin, sino en la conjunción del trabajo y colaboración con la misma sociedad, y solo así habremos de alcanzar mejores estadios en la disminución del tema de la inseguridad.