El Titán de Arrecifes se refirió a su error que le costó no poder pelear por un top cinco en la tradicional carrera estadounidense. Largó 22° y llegó a ser octavo. Su agradecimiento al equipo
Agustín Canapino hizo su primera aparición en sus redes sociales luego de las 500 Millas de Indianápolis. Lo hizo con un testimonio emotivo en el que dejó en claro su sentimiento de dolor luego del error que le costó una penalización y le impidió terminar terminar entre los diez primeros. El ganador de 15 títulos en la Argentina en autos de Turismos fue protagonista con el Dallara-Chevrolet del equipo Juncos Hollinger Racing, pero en el tramo final de la legendaria competencia estadounidense sufrió el percance.

En la quinta fecha puntuable de la temporada de la IndyCar, el Titán de Arrecifes largó en el puesto 22° y de a poco fue adelantando en el clasificador. Se mezcló entre los diez primeros, pero en su última parada para recargar combustible y cambiar las gomas, ingresó con exceso de velocidad en los boxes y las autoridades de la prueba lo penalizaron con un pase y siga por los boxes a cumplir en las vueltas siguientes.

Esto lo mandó al fondo del pelotón, hecho que le produjo una amargura enorme luego de estar cerca de pelear adelante. Su notable labor fue gracias a su nivel conductivo y el rendimiento del auto con un motor Chevy cuyos 750 caballos de potencia, que supo exprimir al máximo. De hecho, en la previa le confesó a Infobae que “tengo la velocidad para pelear posiciones importantes”.

Una vez que se bajó de su auto se tomó su tiempo para hablar con los medios presentes y recién este lunes dijo lo suyo en sus redes sociales. “Una experiencia imposible de explicar”, comenzó el arrecifeño de 34 años. Luego les dedicó unas palabras de agradecimiento a su equipo, a Ricardo Juncos, uno de los dueños y el artífice de su llegada, y a quienes hicieron el esfuerzo de estar presente. También reveló que su retraso y el no poder pelear adelante en el último tramo de la carrera le produjo “una amargura insoportable por como terminó”.

La impotencia de Agustín se debió a que tuvo ritmo de los autos de punta y que podría haber disputado las posiciones de privilegio. Su rendimiento expuso a su compañero de equipo, Romain Grosjean (más de 100 carreras de Fórmula 1), quien en la mayor parte de las Indy 500 estuvo detrás del 20° puesto y recién en el final pudo redondear un 19° colocación final.

No obstante, Canapino hizo historia, ya que es el primer argentino en la historia en completar las 500 Millas de Indianápolis luego de 91 años, cuando Raúl Riganti lo hizo en la edición de 1933 con un Chrysler.

“Le había encontrado la vuelta a poder ir rápido, a poder avanzar, había hecho un pequeño ajuste en el alerón, había aprendido mucho en la carrera y veníamos re bien, pasé muchos autos y llegué a la cola de los Penske. Esa bandera amarilla medio nos mezcló de vuelta, sino creo que ya estaba en el pelotón de los cinco primeros”, dijo Canapino en diálogo con Carburando.

Y sentenció: “Sin excusas, basta. No quiero decir más nada que perdón a Ricardo (Juncos), a Brad Hollinger, a todo el equipo y a los sponsors porque me hicieron vivir una locura total arriba de ese auto. Lo lamentaré toda la vida este error, seguramente”.

Sin embargo, más allá de la amargura, Canapino tendrá revancha próximo ya que este domingo correrá la sexta fecha del campeonato de la IndyCar en el Circuito Callejero de Detroit, donde entre 1982 y 1988 corrió la Fórmula 1.


 
 

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